La revisión de la frontera con Andorra, a finales de 2025

Las prospecciones sobre el terreno para concluir el estudio que definirá la frontera entre España y Andorra, en Lleida, y que impulsan los gobiernos de ambos países empezaron hace ya unas semanas y un equipo de técnicos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) español, de los ministerios de Exteriores y de Territorio de Andorra, y los Agentes Rurales de la Generalitat están trabajando estos días en el límite de frontera con la Cerdanya. Fuentes cercanas a la investigación indicaron que esperan tener toda la toma de datos de campo “a finales del 2024”. A partir de entonces, continuaron, empezará el estudio de la información en la oficina, que se alargará “todo el 2025” para que “de cara a finales de ese año pueda iniciarse la fase de las relaciones diplomáticas” para llegar al acuerdo que ponga fin al conflicto.

La zona en la que trabajan en esta campaña es muy abrupta y para acceder a ella los técnicos necesitan de la ayuda de un helicóptero, que los desplaza hasta la zona de trabajo. Las mismas fuentes indicaron que cuando acabe el trabajo de campo de estas semanas “no descartamos tener que volver antes de las primeras nevadas”, “a veces nos faltan datos y necesitamos volver a trabajar sobre el terreno”, añadieron. Esta es la tercera campaña para solucionar el conflicto que empezó en noviembre del 2021 tras la denuncia del Parc Natural del Alt Pirineu a los Agentes Rurales para que investigaran si la infraestructura eléctrica que construía Andorra en la zona del Planell de la Tossa, en la parroquia de la Massana, ocupaba territorio catalán. Un informe de los Agentes Rurales basado en la cartografía catalana y del estado español concluyó que 16.000 metros cuadrados del campo fotovoltaico (el 75% del total) están situados en Les Valls de Valira, mientras que solo 5.130 metros cuadrados serían de Andorra.

Mientras, el campo solar de la estación de esquí de Pal Arinsal, que empezó a generar energía en enero del 2022 y que es una de las empresas que debe impulsar las energías renovables en el Principado, continúa en funcionamiento.

La controversia del Planell de la Tossa es solo la punta del iceberg. Esta localización solo representa el 5% del total de 200 hectáreas de frontera que están en estudio.