Alinyà estudia regular el acceso motorizado a su montaña

El acceso motorizado a la montaña de Alinyà, en el Alt Urgell, podría quedar restringido a partir de este otoño para todos los visitantes a este enclave natural. Tras más de quince años de negociaciones para cerrar el espacio, el acuerdo parece que está a punto de llegar de la mano de todas las entidades que gestionan la montaña, entre ellas la Fundació Catalunya la Pedrera, los ayuntamientos de Fígols i Alinyà y Odèn, así como la Reserva Nacional de Caça del Cadí y los Agentes Rurales.

El alcalde de Fígols, Lluís Riu, aseguró que “todavía no hay un acuerdo firme” e indicó que faltan nuevas reuniones con todos los agentes implicados para concretar la regulación del acceso. Explicó que la voluntad es la de “contar con el consenso de todos” y añadió que también propondrán “una consulta a los vecinos”. De momento, el ayuntamiento ya ha instalado un panel informativo en una de las entradas en el que se explica la voluntad de regularizar el acceso a este espacio, propiedad de La Fundació Catalunya la Pedrera. La propuesta pasa por instalar barreras en tres puntos distintos para limitar el paso de vehículos, y los turistas solo podrán acceder a pié o en bicicleta. Una de las barreras se instalaría en el camino principal en la zona de Coll de Boix. La idea inicial, según han apuntado fuentes municipales, es que los vecinos de los municipios de Fígols i Alinyà y de Odèn sigan teniendo acceso en coche a la montaña. En uno de los accesos se habilitaría una zona de aparcamiento.

El objetivo de los gestores de la montaña de Alinyà es preservar de la biodiversidad de la zona así como la sostenibilidad de las actividades productivas. En varias ocasiones los responsables de la montaña han advertido a turistas que circulan con vehículos por fuera de las pistas habilitadas. Una problemática que se incrementa en época de setas. La montaña es refugio de especies como el rebeco o el urogallo.