ARSÈGUEL
La Puça renace en Arsèguel
La histórica librería del barrio antiguo de Andorra la Vella que cerró sus puertas en el año 2021 ha reabierto en este pequeño pueblo del Alt Urgell. Se ha convertido en el único comercio de la localidad y continúa estando especializada en libros de montaña, locales y del Pirineo
El pequeño pueblo de Arsèguel, con apenas 80 vecinos censados, puede presumir de volver a tener actividad comercial. Y es que desde hace pocos meses cuenta con una librería especializada en libros locales, de montaña y del Pirineo. Es La Puça y se ha convertido en el único establecimiento comercial del pueblo después de que hace poco más de un año se jubilara el panadero y, al no encontrar relevo, Arsèguel se quedara sin ninguna tienda.
La regenta Anna Riberaygua, que junto a su marido, Pere Miquel, habían sido los responsables, durante cerca de 40 años, de una librería especializada en montaña en el barrio antiguo de Andorra la Vella. Riberaygua explica que a pesar de cerrar el espacio físico del país vecino, los clientes han podido continuar comprando a través de la página web del establecimiento, que han mantenido activa. Y ahora pueden volver a visitarles en este pequeño rincón de la comarca del Alt Urgell. Riberaygua se define como amante de la lectura, del libro de montaña “selecto”, y también de la literatura infantil. En el nuevo espacio puede “matar el gusanillo” y continuar con su pasión, los libros y el contacto “de tu a tu” con los clientes. El funcionamiento es sencillo. Habitualmente la librería está cerrada pero hay un timbre y cuando un cliente llama, la libretera, que dispone de su vivienda junto al establecimiento, acude a abrirle la puerta y atenderlo. El local se ha convertido también en un punto de reunión de vecinos, que una vez a la semana se concentran para jugar al ajedrez. Con La Puça, este matrimonio se muestra satisfecho porque “ponemos nuestro grano de arena en colaborar en el desarrollo del territorio y en crear red de actividad en el Pirineo para que los jóvenes vean que es posible vivir en él”.
La librería se ha convertido en un punto de reunión de vecinos, que se encuentran para jugar al ajedrez