MUNICIPIOS COMERCIO
Cierra el horno de pan de Arbeca y peligran en Vinaixa y Cervià
Por problemas de salud y la crisis de los precios en el sector
Arbeca se ha quedado sin panadería. El establecimiento regentado por Maria Pilar Sola, conocido por los vecinos como Ca la Pili, abrió ayer miércoles por última vez. Por problemas de salud y por una situación económica poco favorable, el último horno de pan que quedaba activo en Arbeca ha cerrado definitivamente sus puertas. Con esta noticia se confirma que la comarca de Les Garrigues se va quedando sin este tipo de establecimientos de una forma alarmante. Si nada lo impide, en los próximos años, otros negocios situados en Vinaixa, Cervià y Les Borges Blanques se añadirán a los cierres que han tenido lugar últimamente en Els Omellons y Castelldans, en la comarca, o Torregrossa y Miralcamp, en el Pla.
El aumento de precios de la harina, la luz y los carburantes, la proliferación de grandes superficies con pan industrial más barato y la falta de relevo generacional están borrando del mapa un oficio artesanal del que en unos años sólo quedarán media docena de productores en toda la comarca. El último caso fue el horno de Algerri que sirvió las últimas barras en febrero después de más de 50 años de servicio. Sin embargo, Bovera reabrió el horno de pan municipal el pasado mes de enero tras un año cerrado. Estuvo inactivo más de quince años hasta que en 2020 se contrató a una familia que luego abandonó la población.