FULLEDA
Del juego a la tragedia
El pueblo recuerda la muerte hace 85 años de 5 adolescentes en febrero de 1939, al intentar abrir una caja sin saber que contenía proyectiles sin detonar de la Guerra Civil
Una exposición permanente y una placa donde depositan flores cada año conmemoran estos hechos
Cal Bolet es el nombre de una finca de Fulleda donde, hace 85 años, un grupo de niños y niñas protagonizó uno de los episodios más trágicos de la historia del pueblo. Fue el 12 de febrero de 1939. En la iglesia se había celebrado la primera misa desde el inicio de la Guerra Civil y, al terminar, los menores salieron a jugar. Algunos se concentraron en Cal Bolet, donde descubrieron una caja de madera cerrada. Trataron de abrirla a pedradas, sin saber que contenía proyectiles sin detonar que los combatientes habían dejado atrás. Los golpes provocaron una explosión que mató a 5 e hirió a otros cuatro.
Esta historia, aunque trágica, fue cayendo en el olvido y Cal Bolet acabó convertido tiempo después en un vertedero municipal. Sin embargo, tres hermanos del pueblo decidieron recuperar hace una década la memoria de estos hechos. Montse, Núria y Santi Arbós levantaron un pequeño monumento conmemorativo en el lugar de los hechos y diseñaron una exposición, que se puede ver todo el año en el antiguo Molí de Fulleda con cita previa. “La explosión me lanzó 25 metros hacia atrás y, desde ese momento, mi mente quedó en blanco, no recuerdo nada más”, explicó Joan Salat, uno de los supervivientes que dejó su testimonio en el proyecto historiográfico poco antes de morir.“Todo empezó con una tertulia familiar de Navidad y acabamos enzarzados en el proyecto”, explica Montse Arbós. Hasta que iniciaron la investigación histórica “no se hablaba mucho del tema”. La museización, financiada casi íntegramente por el ayuntamiento, recuerda hoy en día a todas las víctimas de la Guerra Civil de la comarca. El ayuntamiento ha depositado flores esta semana ante la placa en Cal Bolet que conmemora la tragedia, como hace cada año.
Fallecidos y heridos por la detonación
Cuatro niños de entre 15 y 16 años murieron en el acto al estallar los proyectiles. Otra chica de esa misma edad, María Arbós, falleció unas horas después, tras perder las piernas a causa de la detonación. Otros cuatro, incluida una niña de tres años, quedaron heridos.