COMARCAS
El consistorio de Bovera paraliza una polémica obra en la iglesia
Tras quejas vecinales y de la oposición y una inspección de Cultura
A la espera un estudio histórico para reanudarlas
El ayuntamiento de Bovera ha parado obras para restaurar un arco románico de la iglesia de Sant Josep a los pocos días de iniciarlas. Habían chocado con el rechazo de parte de los vecinos y de los concejales en la oposición en el consistorio, el grupo municipal de Independents per Bovera (IxB-AM, marca blanca de ERC). Los contrarios a esta actuación consideran que “pone en peligro” este elemento arquitectónico del siglo XIII al descartar algunas de las piedras originales para sustituirlas por otras encargadas a picapedreros de la comarca.
Los contrarios a esta obra informaron al departamento de Cultura. Según IxB, una veintena de vecinos la “detuvieron pacíficamente” el lunes. Ese mismo día, añadieron, un arqueólogo y una arquitecta de la conselleria acudieron a inspeccionar los trabajos. Estos pidieron al equipo de gobierno de Junts que los detuviera, tras constatar que no había un estudio histórico que avalase las actuaciones en marcha para reconstruir el arco y que piezas originales habían sido desechadas. El alcalde, Óscar Acero, explicó que han encargado ya este informe y espera poder retomar las obras cuando el consistorio lo reciba, a partir de la próxima semana. Los trabajos en la iglesia de Sant Josep, declarada bien cultural de interés local (BCIL), no exigían la autorización previa del departamento de Cultura. Sin embargo, Acero afirmó que, antes de iniciarlos, el consistorio se dirigió tanto a la conselleria como al obispado, propietario del edificio. Aseguró que entonces no hubo objeciones. “Desde Patrimonio la Generalitat nos dijeron de palabra que la obra era una potestad municipal”, dijo el alcalde.
Las obras, subvencionadas hace aproximadamente un año por la Diputación, se iniciaron de acuerdo con un proyecto elaborado en 2022 por la oficina técnica del consell de Les Garrigues. El primer edil aseguró que los servicios técnicos tampoco advirtieron de la necesidad de redactar un informe histórico. “Hacerlo supondrá pagar dos o tres mil euros más antes de poder seguir con las obras”, dijo. “Las hemos parado para no tener problemas”, afirmó Acero, convencido de que la actuación del consistorio es correcta. Explicó que supone sustituir hormigón instalado en el siglo pasado para simular sillares y parte del arco por piezas de piedra. “Hemos retirado algunas de las antiguas, pero solo porque ya estaban deshechas”, dijo.
El alcalde atribuyó las objeciones a “un ataque político” por parte de la oposición. Por su parte, el grupo de IxB afirmó que “el deber moral y legal de un ayuntamiento es preservar el legado histórico y el patrimonio, local, pero en este caso se ha atacado”. La edil de esta formación Florinda Vidal añadió que “no podemos tolerar que la desidia y la ignorancia acaben con 800 años de nuestra historia”.Por su parte, el departamento de Cultura no precisó ayer cómo procederá tras la inspección esta semana a las obras de la iglesia de Bovera.