LES BORGES BLANQUES
SOS del pequeño comercio de Les Garrigues
Un estudio del consell alerta del cierre de establecimientos por el cambio de hábitos, la competencia de supermercados, la proximidad de Lleida y Mollerussa y la venta online
En siete municipios solo hay uno y en Fulleda y Els Omellons no tienen ninguno
Un estudio del consell de Les Garrigues sobre el estado del pequeño comercio en la comarca, en especial el alimentario, revela la pérdida constante de servicios en los diferentes municipios, especialmente en los más rurales y alejados. Constata que varios negocios han cerrado o están a punto de cerrar por falta de relevo generacional o de un traspaso al no encontrar nuevos emprendedores y los pocos negocios que hay abiertos tienen serios problemas para ser viables económicamente. La intención del consell es elaborar un plan de apoyo y de asesoramiento personalizado para favorecer su viabilidad y pervivencia en las poblaciones, según fuentes del consell.
El estudio cifra el número de habitantes en la comarca en 19.010 en 2021 y en 181 los establecimientos, entre tiendas y servicios. En Les Borges había 71 negocios, 27 en Juneda y 21 en Arbeca. En La Granadella 9, en L’Albi 8, en Castelldans 7 y en Juncosa 6, entre otros, mientras que en El Soleràs, Puiggròs, La Pobla de Cérvoles, El Vilosell, Granyena, Tarrés y La Floresta solo uno. En esta última población se trata de una franquicia alimentaria. Del total de 181 establecimientos, los de alimentación son 104, de los que hay 28 en Les Borges, 15 en Arbeca, 10 en Juneda y 8 en La Granadella. El único de los 24 municipios de la comarca que carece de tienda de comestibles es Fulleda y el que había en Els Omellons cerró en 2023. Según el alcalde de Fulleda, Jordi Arbós, “la mayoría de la gente va a comprar a Les Borges o Montblanc pero tenemos venta ambulante 3 días a la semana para comprar el pan, entre otros productos, y también vienen cada 15 días vendedores de congelados. Tenemos el bar del local social que abre de miércoles a domingo”. El alcalde de Els Omellons, Jordi Gaya, señaló que el pasado año cerró la última tienda y “solo queda el bar”.
El informe concluye que la causa del cierre paulatino es el cambio de hábitos de los consumidores, la competencia de supermercados implantados en el territorio, la proximidad de Mollerussa y Lleida y la venta online que reduce la clientela a un segmento de edad avanzada con menos movilidad que mantiene los hábitos de compra en la misma localidad. Todo ello contribuye a la pérdida de tejido comercial contante de unos años a esta parte con muchas trabas para el relevo o el traspaso. Esta situación se agudiza en los pueblos más pequeños y contribuye a la despoblación. Para el presidente del consell, Antoni Villas, “es necesaria una apuesta conjunta de todas las instituciones para dar un respaldo a la economía local y potenciar Les Borges como capital comercial. Los ayuntamientos solos difícilmente pueden asumir las inversiones para adecuar locales o hacer reformas. El pequeño comercio solo podrá sobrevivir si compite en calidad con productos especializados de proximidad, mejores horarios y con un trato directo y familiar a los clientes, teniendo en cuenta sus gustos y necesidades ya que es lo que se valora”, dijo.