La sala parroquial de Tarrés vuelve al pueblo

La sala parroquial de Tarrés vuelve a ser del pueblo. El ayuntamiento la adquirió hace unos 15 días al arzobispado de Tarragona con el compromiso de que los 57.000 euros abonados por ella han de servir para arreglar un piso en la antigua abadía, en la actualidad muy degradada, que podría destinarse a alquiler social, según explicó el alcalde, Carles Mora.

“Ahora la sala parroquial es del pueblo”, indicó. Se han pagado 10.000 euros de entrada y cada dos meses se harán efectivos 6.000 euros más hasta cubrir la deuda. La reforma de la sala parroquial se hará por fases porque su rehabilitación costará más de 200.000. Se ha de ir por fases porque las arcas municipales no tienen tanto dinero”, indicó el primer edil. Se prevé solicitar subvenciones a través del Plan Único de Obras y Servicios de la Generalitat en 2025 y las actuaciones se ejecutarían en los próximos años, aunque todavía se han de hacer los proyectos. La sala parroquial es un equipamiento que hizo el pueblo en terreno del arzobispado y se escrituró a su nombre. El objetivo es volver a hacer representaciones teatrales y proyectar películas de cine, entre otros actos sociales. Ahora lo que más urge reparar es el tejado y a este fin se destinarán las primeras partidas del presupuesto de 2025. Por otra parte, los 57.000 euros se destinarán a la abadía, “que era la casa del cura que con el paso del tiempo también se ha degradado”. Mora indicó que la previsión es hacer una vivienda en principio de alquiler social. “Esta montante no será suficiente pero será cuestión del arzobispado”, remarcó.

El alcalde también indicó que el proyecto para abordar el proceso de silvopastoreo está en proceso de licitación. El objetivo es desbrozar unas 70 hectáreas de bosque utilizando caballos y cabras, que supondrá una inversión de 117.000 euros. “Hemos contactado con Marc Sánchez, especialista en llevar a cabo esta actuación con caballos, y un pastor que aportaría las cabras”. El objetivo es la prevención de incendios forestales en franjas perimetrales de protección y áreas estratégicas de gestión forestal, como ya informó esta diario el pasado mes.

Sectorializar la red de agua para detectar fugas y evitar pérdidas

Una de las obras que se llevarán a cabo en 2025 afecta a los contadores de agua potable, en concreto, estarán destinadas a sectorializar las tuberías de agua potable para detectar dónde hay fugas y evitar las pérdidas. Otro de los proyectos estrella de 2015 será la conversión del Sindicat en refugio climático, una actuación que supondrá una inversión de más de 160.000 euros. Además de actuar en el cemeterio también se prevé hacer una pista de petanca e instalar bancos y papeleras. Se harán mejoras en la Escola Bosc y una plaza dedicada a la Dona Pagesa.