El mejor toque, el manual

Es de valientes hacer voltear una campana de centenares de kilos como si se tratara de una hoja de papel por el mero hecho de escuchar un repique “especial” . Una valentía que demuestran los jóvenes de la Colla Campanera de Os de Balaguer, formada por Arnau Farré, Marc Freixes, Salvador Farré, Abel y Marc Mora y Francesc y David Goixart, capitaneados por el maestro, Ignasi Cortés. Afirman que se identifican con ello: “Es nuestro emblema, es pueblo y todo un orgullo para nosotros”, dicen.

Mañana volverán a tocar, con un tañido dedicado este año a los payeses y para pedir agua, en la XXXV edición de la Trobada de Campaners. Allí se congregarán campaneros de distintos puntos de la geografía, y se esperan más de medio centenar. “Nuestros repiques estarán dedicados al sector agrícola y para pedir agua e intentar atenuar la persistente sequía”, explicaron. Aseguraron que repican las campanas porque hacerlo “es más que una emoción, es respeto, ya que desde pequeños hemos ido aprendiendo de otros campaneros”. No dudan en que el relevo generacional de esta práctica ancestral está garantizada en Os. “Igual que a nosotros nos atrajo esta afición, hay niños ahora en el pueblo que ya sienten lo mismo y se cuelan en el campanario para mirar cómo lo hacemos”. Sin miedo, aunque sí con respeto, “calentaron” ayer los primeros toques que ofrecerán mañana en el encuentro. 

Aseguran que desde que la Unesco declaró en 2022 este toque manual típico de Os y de otras poblaciones de España Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el interés ha sido mayor, incluso ha sido un reclamo turístico para el pueblo, donde hay la sede de la Cofradía de Confraria de Campaners i Carillonistes de Catalunya y el Museu de la Campana en el castillo. Saben que han conseguido que las campanas sigan resonando, tocándolas tal y como lo hacían “los mayores” y es una forma de preservar una costumbre que siempre ha estado a punto de perderse.

“Saben mantener la tradición y darle continuidad”

“El mejor toque en Os es el de la celebración, porque el logro que consiguen estos artífices es el más importante: garantizan la tradición y mantener una fiesta y una manera de entender la vida a lo largo de los años venideros”. Así de contundente se mostró ayer Ignasi Cortés, que durante años ha hecho repicar las campanas. “Han sabido mantener la tradición, preservarla y darle continuidad. Son unos valientes”, dijo.