PONTS
Ponts protege los grabados rupestres
En el yacimiento de Mas de N'Olives, en Torreblanca
Proyecto para abrir el espacio a visitas durante unas horas
Ponts quiere reforzar la protección del conjunto de grabados rupestres más importantes de Catalunya. Se trata del yacimiento de Mas de N’Olives de Torreblanca, en este municipio de la Noguera, que data en su parte más antigua de la Edad de Bronce.
El consistorio se ha reunido con Patrimonio de la Generalitat para dibujar un proyecto de consolidación y protección de la zona donde se encuentran los grabados. El principal objetivo es evitar el deterioro de la roca, adecuar el camino de acceso y promocionar una ruta histórica que incluya tanto el arte rupestre, como la iglesia románica de Santa Cecília, de planta redonda, junto con otros elementos y edificios de los núcleos agregados. El consistorio también hará difusión entre los vecinos y los turistas para que puedan disfrutar de este patrimonio.
A finales de 2014 se instaló una cubierta de protección y una pasarela de circulación y contemplación de los grabados. Esta actuación convirtió el yacimiento en visitable, pese que aún faltaba una intervención de limpieza y consolidación de los grabados, que se llevó a cabo un año después.
El alcalde de Ponts, Josep Tàpies, explicó que ahora, una década después de las últimas actuaciones, es necesario incrementar la protección de toda la zona. “Estos trabajos que también pasarían por ampliar el cercado, mejorar el camino de acceso al yacimiento e incluso establecer unas horas de visita”, explicó. Añadió que desde Patrimonio avanzaron la necesidad de construir una canal para desviar el agua en caso de lluvia evitando así su posible degradación. Tàpies recordó que técnicos de Patrimonio ya están trabajando en la limpieza del yacimiento.
Representaciones
Patrimonio histórico
Los grabados de Mas de N’Olives se localizaron en el cauce del río Segre, a tocar del mismo río. Están hechos en la parte superior de una gran roca de gres en una zona del río que forma parte del inicio de la acequia del núcleo de Anya, en Artesa de Segre. Su superficie es prácticamente plana y mide unos 9 por 7,20 metros. El yacimiento se descubrió el 15 de abril de 1981, por el geólogo José Luis Peña, y en un principio se creyó que todas las figuras databan de la Edad de Bronce. Posteriormente, se determinó que los dibujos más visibles podrían ser medievales. En este sentido, cabe recordar que cerca del yacimiento se encuentra la iglesia románica de Santa Cecília.
El conjunto se conservó en buen estado porque estuvo enterrado muchos años. La construcción de la acequia sacó a luz este patrimonio histórico. El primer edil insistió en la importancia de este yacimiento, “uno de los más importantes de Catalunya, y debemos actuar para preservarlo”; dijo.