Desmantelada una plantación con 3.000 plantas de marihuana cerca del pantano de Canelles, en la Noguera
Los responsables habían habilitado dos lugares de secado y una zona con una tienda de campaña para hacer vida
Los Mossos d'Esquadra, con la colaboración de los Agentes Rurales, han desmantelado este jueves una plantación con 2.949 plantas de marihuana entre los términos municipales de Àger y Os de Balaguer (Noguera). Efectivos de Agentes Rurales descubrieron la plantación hace dos semanas mientras realizaban tareas de prevención de incendios en un paraje próximo al pantano de Canelles. La policía hizo comprobaciones en el lugar y constató que se trataba de una plantación de marihuana muy escondida, ubicada en una zona boscosa de difícil acceso, a la cual sólo se podía llegar a pie. El paraje estaba vigilado por dos personas que controlaban los posibles accesos para llegar al lugar y que huyeron cuando se dieron cuenta de que la plantación había sido descubierta.
La plantación estaba distribuida en diferentes bancales de un barranco donde también se habían habilitado dos lugares para secar las plantas. Además, la policía localizó ocultas entre la masa forestal, una tienda de campaña y un toldo donde los responsables de la plantación cocinaban y habían hecho vida.
Este jueves la policía dispuso de la autorización judicial para destruir las plantas en el mismo lugar del cultivo. Así, a primera hora de la mañana, efectivos de la Unidad de Investigación y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de Balaguer, acompañados por efectivos del Área Regional de Recursos Operativos se desplazaron en la zona para desmantelar la plantación. En el operativo participaron también efectivos del Cuerpo de Agentes Rurales, los cuales transportaron en helicóptero la maquinaria necesaria para efectuar la destrucción de las plantas.
Este verano, en la comarca de la Noguera se han desmantelado dos cultivos más como el desmantelado ayer, localizados en zonas boscosas escondidas, inhóspitas y de difícil acceso que, en demás de ilegales, la policía remarca que suponen un alto riesgo de incendio forestal porque sus responsables acampan y cocinan mientras cuidan estos cultivos. Además, también generan una cantidad de residuos, como los plásticos del recipientes utilizados, que son de difícil gestión dada su ubicación.
La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas actuaciones en el próximos días.