TRIBUNALES INSTRUCCIÓN
Prisión para tres acusados de prostituir a mujeres en Balaguer
La Audiencia considera que hay riesgo de fuga ya que podrían enfrentarse a graves penas. La Policía liberó a ocho víctimas que eran explotadas sexualmente
La Audiencia de Lleida ha denegado la excarcelación de los tres supuestos miembros de una organización, dos hombres y una mujer, investigados por explotar sexualmente a mujeres en un club de alterne y un piso-prostíbulo, ambos situados en Balaguer. La operación se llevó a cabo el 15 de octubre y la Policía Nacional liberó a ocho víctimas, todas de nacionalidad colombiana y de entre 20 y 40 años. Cuatro de ellas son testigos protegidas.
Los abogados de los investigados, dos de ellos representados por el letrado Enric Rubio, presentaron ante la Audiencia un recurso de apelación contra el auto de prisión provisional que dictó el juzgado de Instrucción 3 de Balaguer, alegando que no existen indicios de la perpetración del delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, que existen otras medidas menos gravosas a la privación de libertad y que no hay riesgo de fuga. Sin embargo, el tribunal desestima los recursos y confirma la resolución inicial, manteniéndolos en prisión. Argumenta que “los indicios de criminalidad son en este momento suficientes respecto de la autoría de los investigados” basándose en las manifestaciones policiales y judiciales de las testigos protegidas así como de los registros efectuados. Añade también “la extensión de las penas en abstracto que pudieran corresponderles, pudiendo alcanzar por sí sola la del delito de trata de personas con finalidad de explotación sexual la de doce años de prisión”. El tribunal entiende asimismo que las posibles condenas a las que posiblemente se enfrentarán “aumentan la tentación de la huida” y hay “necesidad de proteger a las víctimas, que es más que evidente con la condición de testigos protegidos”.
La investigación se inició tras una denuncia a través del Sistema de Atención de Víctimas de Trata de Seres Humanos, en la que una persona afirmaba que conocía a mujeres que habían sido captadas, trasladadas y destinadas a un club y un piso-prostíbulo de Balaguer para ser explotadas sexualmente. El 15 de octubre se llevaron a cabo los registros. En el club, los agentes encontraron a ocho mujeres. Varias de ellas explicaron que eran obligadas a trabajar en condiciones abusivas, tratos degradantes, obligándolas a hacer servicios sexuales aún encontrándose enfermas, siendo sometidas a un férreo control. Para ello, se aprovechaban de su vulnerabilidad y de su irregula ridad administrativa, quitándoles los pasaportes. Habían sido captadas en Colombia y, tras ser recogidas en el aeropuerto, las llevaban al club o al piso para ser explotadas hasta pagar su deuda.