MONTGAI
Aceite con denominación de finca
Cada botella de la firma Anècdota especifica de qué parcela proceden las olivas. Producciones pequeñas que venden a tiendas para gourmets y restaurantes a precios de hasta 20 euros el litro
La empresa Anècdota de Montgai comercializa desde hace apenas dos años un aceite peculiar: cada botella especifica de qué finca proceden las olivas que se han empleado para elaborarlo. “No mezclamos los lotes, elaboramos un aceite distinto con las olivas de cada finca”, explica Carla Gili, responsable de la firma. Esta es la piedra angular de una estrategia basada en vender pequeñas producciones directamente a establecimientos de restauración, tiendas de alimentos para gourmets y al consumidor final a través de internet, con precios considerablemente por encima de la media que han alcanzado los 20 euros por litro.
“Ofrecemos un aceite con relato”, explica Gili, que indicó que cada botella de Anècdota incorpora también información sobre la fecha de producción y las características gustativas del aceite que contiene. Están expresadas con palabras sencillas que buscan ser comprensibles para consumidores que no están especializados con la degustación de este producto y su terminología técnica. “La vida urbana a menudo nos desconecta de los orígenes de aquello que consumimos”, valoró Gili, y argumentó que “incorporar esta información sobre cada aceite es un medio para restablecer el contacto perdido con el campo”.
La responsable de Anècdota inició su carrera profesional en el ámbito del diseño de productos y el marketing online. Entró en el sector del aceite cuando su padre, una vez jubilado, decidió plantar olivos en una finca de Montgai, su localidad natal. “Durante años le había dado vueltas al hecho de que son muchas las personas de ciudad no saben valorar los productos que producían mis amigos agricultores”, explicó.
Actualmente hay otros tres agricultores cuya producción se embotella bajo la marca de Anècdota. La mayor parte de las fincas son de localidades de la comarca de la Noguera, aunque también se ha sumado en el Segrià la de Lagravera de Alfarràs, conocida por la producción de vinos. La mayor parte de los olivos son de la variedad arbequina, aunque también los hay de otras variedades autóctonas como el grossall.
“Si en una finca hay más de una variedad de olivos, mezclamos las diferentes olivas a la hora de elaborar el aceite”, detalló Gili. Este año esperan una producción de unos 7.000 litros, que se comercializan en dos formatos: por un lado, garrafas a 9 euros el litro, un formato pensado para restaurantes. Por otro, botellas para el consumidor final que se venden 20 euros por litro. “Conseguimos agotar la producción, pero hay que esforzarse para venderla”, afirmó Gili.