TRIBUNALES INVESTIGACIÓN
Primera declaración judicial de las directivas del geriátrico de Tremp
En una de las dos causas abiertas tras la muerte por Covid de 64 residentes
También declaran como imputados un responsable de la diócesis y un exalcalde
El juzgado número 1 de Tremp ha citado a declarar el próximo lunes a la exdirectora y a la exresponsable de Higene Sanitaria de la residencia Fiella de Tremp, el geriátrico donde en noviembre de 2020 hubo un brote de Covid-19 que acabó con la vida de 64 de los 142 usuarios en solo un mes, según ha podido saber este periódico. Será la primera vez que comparecen ante el juez –tras la denuncia que interpuso la Fiscalía en febrero de 2022– pero no será por la causa abierta por el delito de homicidio imprudente y trato degradante por la muerte de 64 usuarios sino por la investigación abierta por un delito contra la seguridad de los trabajadores. En este sentido, cabe recordar que empleados que declararon como testigos explicaron que no había ningún tipo de control, no tenían material de protección y no había sectorización de los espacios.
Además de la exdirectora del geriátrico, R.N., y la exresponsable de Higiene Sanitaria, M.R.N.O, la jueza también ha citado a declarar como investigados a los miembros del Patronat de la Fundació Sant Hospital de Tremp. Será el próximo martes y comparecerán tras la querella que interpuso contra ellos la propia exdirectora. Se trata de Joan Ubach, exalcalde de Tremp; Josep Maria Mauri, vicario general del obispado de Urgell, y J.S. Cabe recordar que en junio del año pasado trascendió que dos monjas habían presentado querellas en las que se asegura que el Patronat de la fundación falsificó sus firmas para atribuirles responsabilidades que no tenían.
Se trata de la madre superiora del centro, ya fallecida, y la exresponsable higienicosanitaria –también imputada–. Asimismo, dos trabajadoras también presentaron una querella contra el centro por celebrar la ‘castanyada’ sin mascarillas 20 días antes del brote. Denunciaron que incumplieron las medidas sanitarias y pusieron en riesgo a empleados y residentes. Añadieron que trabajaban hasta 70 horas semanales.