Los 'vikingos' que construyeron una academia militar en Talarn hace 50 años
El germen de la academia de Talarn fue el campamento que llevaría el nombre del general Martín Alonso. Se estableció en 1959 y, en sus inicios, los reclutas fueron empleados en construir edificios del futuro complejo militar. Muy pronto los vecinos de la zona los apodaron “los vikingos”.
“Poco aseo, barbas, pelo largo y ropa sucia nos convirtieron en una agrupación difícil de determinar, y quizás algún gracioso nos asemejó a un ejército de vikingos”, recuerda uno de los que llevaron este mote. Se trata de Josep Tulón Arfelis, que rememoró su paso por Talarn en 1960 en el libro Un paseo por el Servicio Militar desde y en las tierras de Lleida, editado por la subdelegación de Defensa.
“Mandos y tropa consideraban poco menos que un castigo este destino”, según Tulón, que detalla que “quizás un 25% éramos albañiles, pero el resto, incluyendo algún mando, eran los hombres más conflictivos del Ejército de la región catalana, por lo cual la convivencia no era fácil. Si le añadimos el intenso frío y calor, podríamos definir el lugar (siendo benevolente) de poco agradable”.
La academia se creó con una orden del 31 de mayo de 1974 publicada en el Diario Oficial del antiguo ministerio de Ejército. Fue fruto de la reforma que el Estado emprendió ese año en la formación de suboficiales, asimilándola a la de los oficiales e integrándola en un único centro. La primera jura de bandera en Talarn llegó en 1975. Se hizo con la primera de las dos enseñas que aportó Tremp, pagada con una cuestación popular y apadrinada por la princesa Sofía. La capital del Pallars Jussà les entregó otra bandera en 1984, esta ya sin el águila franquista. La vida en el campamento militar, la creación de la academia y momentos claves de su historia están plasmados en fotografías del fotógrafo del Pallars Antoni Uriach Verdeny.