CONCA DE DALT
Perros atacan al ganado en Boumort
Dos pastores adelantan tres meses el regreso de sus rebaños transhumantes tras sufrir una veintena de bajas
Los ganaderos convocan una protesta el próximo martes en Hortoneda
“Si se tienen que quedar en el establo no van a poder aguantar, y son dos de los últimos rebaños de esa zona. No van a poder aprovechar el pasto de la montaña en verano y se van a comer el que estaban preparando para pasar el invierno”, explica Gerard Cardona, pastor de Casa Ricou de Rivert y presidente de la Asociación Pallaresa de Ganaderos de Ovino, sobre los ataques de cánidos que han sufrido en las últimas semanas las ovejas de dos ganaderos de Hortoneda y Sossís (Conca de Dalt) en Boumort.
“El ganado está sufriendo muchos ataques en Boumort, hasta el punto de que ha acabado siendo insoportable”, anota. Los dos ganaderos, que suman medio millar de cabezas, han perdido una veintena de ovejas entre muertes y extravíos, a lo que habrá que sumar las consecuencias de las heridas y los abortos que han sufrido otras. El recuento de los daños no empezará antes de que el martes vuelvan al establo.
El regreso se ha adelantado tres meses, ya que en condiciones normales los rebaños siguen en el monte hasta finales de octubre. “El año pasado ya hubo ataques de perros y adelantaron el regreso, pero este año no pueden aguantar”, señala Cardona. Para el martes hay convocada una concentración de ganaderos en Hortoneda que cuenta con el apoyo de Revolta Pagesa, Unió de Pagesos y asociaciones de criadores de ovejas. Pretenden “denunciar que no pueden tener el ganado en la sierra en la que han estado toda la vida”, argumenta la convocatoria.
Los dos rebaños afectados son dos de los tres últimos, junto con otro de Aramunt, de la zona situada entre el pantano de Sant Antoni y la reserva de caza, y son propiedad de pastores de edad próxima a la jubilación, lo que dejaría esta actividad en situación crítica en ese área. ¿Qué tipo de animal ha desatado los ataques? Todo apunta a que se trataría de perros, aunque no necesariamente asilvestrados, como ya ha ocurido en alguna ocasión en el Pallars, aunque sin descartar esa posibilidad ni tampoco que pueda tratarse de otro tipo de cánidos.
El Pallars Jussà no es una de las comarcas en las que hasta ahora se haya confirmado la presencia de alguno de los ejemplares de lobo alpino que han llegado a Catalunya en los últimos años, algo que sí ha ocurrido de manera esporádica en zonas limítrofes como la Alta Ribagorça y el Sobirá y de forma más estable en el Alt Urgell. Los animales se recogen de noche en un cercado, aunque las peculiaridades de la zona impiden otras medidas de seguridad como el apoyo de mastines.