El Govern paga en el Pallars Jussà la primera indemnización por un ataque de lobo

La Generalitat ha aceptado pagar por primera vez una indemnización a un ganadero por un ataque de un lobo a su rebaño de ovejas en el Pallars Jussà, aunque lo ha hecho sin reconocer oficialmente que se tratara de ese depredador.

La presencia del lobo se había confirmado hasta ahora en cinco de las seis comarcas pirenaicas de Lleida, el Pallars Sobirà, el Alt Urgell, la Alta Ribagorça, la Cerdanya y la Val d’Aran, además de en el Solsonès, aunque solo en la primera de ellas se había documentado un ataque.

La eventual presencia de un ejemplar de este depredador en el Pallars Jussà, que puede darse por hecha cuando los técnicos de la Generalitat la dan por confirmada en el 95% en sus informes sobre los ataques al ganado, incluye otra novedad: el hecho de que ese lobo, un animal que desarrolla sus correrías en solitario o con otros ejemplares de su especie, estuviera deambulando por la sierra de Boumort en compañía de dos perros asilvestrados, según indican las conclusiones de los técnicos de la Generalitat.

“No se ha podido identificar ni genéticamente ni por fotografías”, explicaron fuentes del departamento de Territorio, que añadieron que “según los daños que se dieron (en el ganado) en Boumort no se puede descartar (que sea un lobo) y se pagarán los daños” como si la autoría correspondiera a un ejemplar de ese depredador.

Otra cosa es que el pago de esa indemnización se haya hecho efectivo, que es algo que todavía no ha llegado a ocurrir.

La admisión por pasiva de la presencia del lobo en el Pallars Jussà y del segundo ataque de este depredador en la demarcación de Lleida (hubo otro en La Vall Fosca en marzo de 2022) coincide con la enésima polémica sobre la protección normativa de este gran carnívoro.

El Comité Permanente del Convenio de Berna propuso hace unos días rebajar su nivel de protección, lo que obliga a la Comisión Europea a abrir un proceso para modificar la Directiva de Hábitats cuya redaccion final, no obstante, dependerá del criterio del Parlamento Europeo.

Ese proceso no afecta a la permanencia del lobo en el Lespre o Listado de Especies en Régimen de Protección Especial vigente en España, que mantiene al depredador como animal no cinegético.

El penúltimo pastor de la sierra se vende el rebaño y abandona

Solo un rebaño de ovejas y corderos pastará el año que viene en la Sierra de Boumort después de que el pastor del otro que hasta este verano seguía trasladando allí a sus animales haya decidido abandonar la actividad. Ambos son de Hortoneda y manejaban sendos grupos de entre 250 y 300 cabezas. Son los dos que el año pasado sufrieron varias bajas por los ataques de los dos perros cimarrones o salvajes y lo que incluso la Generalitat da por hecho que era un lobo. Uno de ellos, que está esperando a cobrar la indemnización por esas muertes, ha decidido abandonar la actividad. El otro, al que le quedan dos años para jubilarse, ha conseguido ser resarcido por la muerte de siete animales de los que se llegaron a encontrar los crotales de identificación, aunque en este caso la compensación vino de la aseguradora con la que tenía contratada una póliza.