COMARCAS
De restaurador en Barcelona a cocinar caldos en Tremp
Rubén Ruiz los elabora con huesos en su obrador durante al menos 24 horas. Un alimento que busca posicionarse en el mercado de salud y bienestar
Un caldo de huesos cocinado un mínimo de 24 horas. Se trata de Huma Broth, que produce el emprendedor Rubén Ruiz en un obrador en Tremp. Lo elabora con ingredientes de proximidad, que van desde el agua, que emana de las fuentes de Caldes de Boí, hasta la materia prima, huesos y cartílagos de las vacas que crían ganaderos de la zona. El resultado se vende a un precio de 23 euros por litro, como un alimento de alto contenido en proteínas que favorece el desarrollo y el mantenimiento muscular.
“Yo era cocinero, he abierto incluso restaurantes en Barcelona, pero un día decidí apostar por una vida más tranquila y terminé haciendo de pastor de cabras en La Vall de Boí”, explica Ruiz, que añade que “la experiencia me sirvió para volver a conectar conmigo mismo, pero cuando fui padre intenté buscar un trabajo más conciliador, y de aquí salieron los caldos de Huma”.
Los caldos de Ruiz se venden a 23 euros por litro pero se puede diluir con agua dado su fuerte sabor
Lo que diferencia Huma Slow Broth de un caldo industrial, explica Ruiz, es que los segundos “se llevan a cabo como mucho con un 23% de material sólido y una cocción de entre tres y cuatro horas, mientras que en mi caso uso un 52% de sólido y cocino unas 24 horas a baja temperatura”. El producto elaborado en el obrador de Tremp ofrece 8,2 gramos de proteína por cada 100 mililitros, mientras que en su versión hecha con huesos de pollo son 3,8 gramos. Esto, explica, lo que lo hace ideal para personas con algún tipo de trastorno de conducta alimentaria o para combatir la pérdida de masa muscular en personas mayores, también conocido como sarcopenia.
Ruiz trabaja para colocar su producto en el mercado de la salud y el bienestar. Elabora actualmente unos 200 litros de caldo al mes, que vende en tiendas de Barcelona, Sabadell, Vielha, Valencia y Murcia, entre otras localidades. También lo comercializa a través de internet. Ante el éxito inicial de este producto, piensa ya en aiumentar la producción y prevé contratar a dos personas para elaborar hasta 1.000 litros de caldo por semana. La imagen de su marca es la silueta de un quebrantahuesos, una de las aves más emblemáticas del Pirineo y cuya dieta se compone únicamente de los huesos y carne de cadáveres.