CRÓNICA POLÍTICA
Junqueras recorre el Pallars y propone liderar propuestas a grupos de empresarios
El líder de ERC se reúne en el Sobirà con representantes de sectores económicos de la zona para escucharles e impulsar iniciativas
El objetivo: conectar con la realidad del territorio en paralelo al 'procés'
Hay una desconexión cada vez mayor del mundo urbano con el rural y los sectores productivos. Las marchas de protesta que han protagonizado en las últimas semanas los payeses son un síntoma y se suman a una insatisfacción política general cada vez más evidente. En este escenario, el presidente nacional de ERC, Oriol Junqueras, recorrió hace unos días el Pallars para tratar de reconectar con sus gentes. Se reunió con vecinos, abuelos, trabajadores y empresarias haciendo gala de un trato cálido –que contrastaba con el helado viento de norte que soplaba ese día-, dispuesto a comprender sus realidades y a facilitar propuestas para mejorarlas. En Sort coincidió con payeses y ganaderos ya jubilados. “Lo último de lo último de Seurí, Escàs y Enviny”, dijo uno, que lamentó el sufrimiento que atraviesa el sector por la normativa paralizante, que hace inviables pequeñas y medianas explotaciones. “Demasiados trámites”, reconoció el republicano, que sin embargo dijo que “vivimos un récord de exportaciones e importaciones”. Junqueras se acercó también al mercado semanal, donde hizo gala de sus conocimientos al distinguir las hachas expuestas en una parada por su geometría.
En la granja Cal Quimet de Vilamur se reunió con ganaderos. El mensaje fue claro: “Nos sentimos igual de lejos de Madrid que de Barcelona”. Fue cuando el líder de ERC trató de averiguar sus preocupaciones. Quedaron anotadas en una libreta que lo acompañó todo el día. Quién escribe estas líneas, que acompañó voluntariamente al político, adivinó al instante su objetivo: hacer uso de sus influencias, tanto políticas como las que iban más allá de estas, para facilitar asesoramiento y sinergias a un ritmo poco usual. Incluso formalizó un grupo de WhatsApp para poder seguir el alcance de su iniciativa. Para mimetizarse con el entorno, el presidente de ERC incluso se remangó para repartir con ahínco forraje entre los terneros de la granja con una horca.En Tírvia se sentó con empresarios del sector turístico, que le trasladaron sus inquietudes respecto a la falta de vivienda y el déficit de infraestructuras e inversiones. En su turno, el político no dudó al encargar a su gabinete que estudiara con detalle los proyectos del sector. “Es vital que sumemos esfuerzos; por mi parte, voy a tratar de ayudaros en todo lo que pueda”, aseguró, al tiempo que hacía gala de sus vastos conocimientos sobre el funcionamiento de la administración. El que fue alcalde de Sant Vicenç dels Horts quiso acercarse también al obrador de Cal Joanet, en Ainet de Cardós. Planteó a los productores de la zona mecanismos para que puedan acercar sus productos a nuevos mercados y, ante la alarmante pérdida de capital humano acontecida en los últimos años, barajó un sistema de ventanilla única para canalizar trámites ante la falta de técnicos especializados”. Junqueras se despidió cuando la luz del cielo del Pallars se apagaba, no sin antes comprar xolís y hacerse con algunos de los quesos hechos en el lugar. Ya en el trayecto de vuelta, el líder de ERC repasa la larga lista de problemas cuyo eco sigue resonando. Mientras, quien firma esta pieza reflexiona que si los políticos fingieran el mismo empeño para defender su pueblo, uno no se sorprendería tanto al verles trabajar.
Formalizó grupos de WhatsApp para hacer un seguimiento de las iniciativas que impulsó