COMARCAS
Tírvia: de temer por su escuela a habilitar un aula de 0 a 3 años
Adapta estos días el colegio a al menos 3 alumnos nuevos y tendrá un total de 12
La escuela de Tírvia estrenará el próximo curso el primer ciclo de educación infantil. El ayuntamiento de este municipio, con apenas un centenar de habitantes censados, ha conseguido en estos últimos meses que nuevas familias con niños pequeños se instalen en el pueblo, tras hacer un llamamiento en el que ofrecía alquiler económico en viviendas de titularidad municipal.
Su llegada permite alcanzar el número mínimo de niños necesario para abrir el nuevo ciclo educativo, por lo que los que ahora tenían que ir a escuelas de otros pueblos de la zona no tendrán que desplazarse a partir de septiembre, cuando empezará el nuevo curso escolar. En concreto, el alcalde del municipio, Joan Farrera, explicó que serán un mínimo de tres los niños de entre uno y tres años que inaugurarán el primer ciclo de infantil en la escuela de Tírvia. El ayuntamiento ha comenzado las obras para adaptar una de las aulas de la escuela a los futuros alumnos, que cuentan con una subvención de 84.500 euros. El edificio se construyó para que chicos y chicas pudieran estudiar de forma separada, algo superado hace años, según indicó el alcalde. Aprovechando los meses de verano, se está adecuando una de las dos aulas para instalar baños pequeños, mientras que en los próximos días llegarán nuevas cunas, juguetes y cambiadores. Para muchos pueblos rurales, el papel de estas escuelas es vital para su supervivencia. “La previsión es empezar el próximo curso con una docena de alumnos”, explicó Farrera, que recordó que “la despoblación en la zona y el envejecimiento de los vecinos son temas que nos preocupan, por lo que la llegada de nuevos niños debe celebrarse”.
Nuevo local social en la Rectoría, que contará con habitaciones
El ayuntamiento está llevando a cabo obras en la Rectoría para adaptar parte del inmueble como centro informativo y de divulgación del Parc Natural del Alt Pirineu. El edificio acogerá también una zona de bar en la planta baja, que actuará como local social, mientras que en la primera planta se instalará un coworking con una sala de reuniones y varios espacios de trabajo. El proyecto que ahora se pone en marcha tiene como objetivo potenciar la oferta de servicios de la zona y prevé también habilitar varias habitaciones en la segunda planta para que quienes usen el espacio de coworking puedan pernoctar en el lugar, con el fin de consolidar tanto la oferta habitacional en esta zona del Pallars Sobirà como la oferta turística del municipio.