Mollerussa testa un piloto con narices electrónicas para detectar olores nocivos y encontrar su origen
La prueba, que ya se ha iniciado con la instalación de cinco aparatos, ofrecerá información en tiempo real a la ciudadanía
Un técnico del Ayuntamiento de Mollerussa instalando una nariz electrónica para analizar los olores en la terraza del consistorio.
Mollerussa testará una nueva prueba piloto para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía consistente en la detección de olores nocivos y el análisis de su procedencia, datos que serán comunicados en tiempo real a los vecinos para que puedan optimizar el funcionamiento con su experiencia. De momento, ya se han instalado cinco aparatos en diferentes puntos del municipio, algunos próximos a zonas industriales, y ya se está trabajando en la recopilación de datos. El alcalde de Mollerussa, Marc Solsona ha destacado que como estos dispositivos son del Ayuntamiento los podrán colocar donde decidan del municipio en función si se detecta algún olor o incidencia extraña con el fin de evaluar de que se trata.
El proyecto está desarrollado por Partner IoT SL, una empresa del grupo Vunkers y se ha llevado a cabo gracias a una ayuda europea. La iniciativa se enmarca en la estrategia Mollerussa SmartLab, promovida por el Ayuntamiento para ofrecer un entorno real para testar tecnología que aporte soluciones a la vida en la ciudad, una estrategia iniciada en el 2016 que ya ha probado ocho proyectos piloto. En el caso concreto de este proyecto de narices electrónicas, según el alcalde Marc Solsona, Mollerussa es el primer municipio que lo desarrolla.
La coordinadora de proyectos tecnológicos de Partner IoT SL, Clàudia Espinosa, ha explicado que el objetivo es hacer una "red perimetral" que proteja a la ciudadanía a través de la identificación de los agentes causantes de emisiones de gases contaminantes y aplicar soluciones en consecuencia para mejorar la calidad del aire e, incluso detectar potenciales riesgos. Por este motivo, se ha diseñado una plataforma que permita contrastar los datos recogidos por las narices electrónicas y los avisos hechos por la ciudadanía, que tendrán información de calidad y transparente a tiempo real.
