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Jóvenes de Acudam y niños de I2 de Mollerussa comparten tiempo de juego a través de un taller de barro artístico e inclusivo

El proyecto fomenta la creatividad de los menores y mejora las capacidades sociales de las personas con discapacidad

Usuarios de Acudam juegan con niños de I2 durante un taller de barro en el jardín de infancia La Quitxalla de Mollerussa.Anna Berga / ACN

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Jóvenes de la entidad social Acudam y alumnos de I2 del jardín de infancia La Quitxalla de Mollerussa se encuentran una vez al mes para jugar con barro en el marco de un proyecto artístico y pedagógico que educa en la diversidad. La iniciativa lleva por nombre 'De mans al fang' y busca estimular la creatividad y la expresión libre de los niños mediante la transformación de este elemento, mientras que en su vertiente social también quiere sensibilizar en la diversidad. Por parte de Acudam, el proyecto ayuda a mejorar la autoestima y las capacidades sociales de los cuatro jóvenes con discapacidad que participan. Desde el jardín de infancia destacan las interacciones "naturales" y "espontáneas" que se han dado en las sesiones y dicen que quieren dar continuidad al proyecto.

Los cuatro jóvenes de Acudam participan una vez al mes en la dinamización del proyecto artístico 'De mans al fang'. La iniciativa conjunta comenzó en enero y el taller se concibe como un espacio creativo en el que los niños pueden explorar libremente la arcilla con el objetivo de estimular su creatividad y expresión libre. Además, también les ayuda a desarrollar habilidades motoras y promueve la interacción personal utilizando herramientas y materiales complementarios.

La coordinadora del proyecto, Carol Moré, ha destacado la buena sintonía que hubo con Acudam desde la primera sesión. "Fue todo un éxito, como mágica porque todas las piezas que nos habíamos planteado habían encajado", ha dicho, y ha añadido que compartir las sesiones con los cuatro jóvenes de Acudam ha hecho crecer una "complicidad muy natural y una relación muy espontánea".

Desde la entidad social también valoran positivamente la experiencia, ya que es una forma de empoderar a las personas con discapacidad y ayudarlas en su desarrollo personal y social. También afirman que el hecho de participar de forma activa en el taller les ayuda a mejorar su autoestima, autonomía y capacidades sociales.

Entre los usuarios de Acudam participantes se encuentran Alexandra Plesca y Genís Carné, que destacan que se lo pasan "muy bien" jugando con los niños. Por su parte Desiré Palomino dice que también le gusta estar con los niños y ayudarles mientras "se expresan con el barro".

Este miércoles ha tenido lugar la última sesión del proyecto en la que ha participado una veintena de niños. La voluntad de septiembre es reanudar la iniciativa en septiembre coincidiendo con el inicio de un nuevo curso.

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