Voluntarios de Lleida en València: "Los vecinos afectados por la dana están muy enfadados porque se sienten abandonados"
Mossos y bomberos leridanos voluntarios retiran vehículos de las calles de las zonas
más afectadas
Dos vecinos de Cervera llevan en su 4x4 comida y medicamentos
“Los vecinos están muy, muy enfadados porque se sienten abandonados por las administraciones y no saben cómo acabarán, si la ayuda llegará, y es gracias a los voluntarios, que hay miles, que se está haciendo algo”. Así se expresó ayer el mosso Albert Palacio, de la asociación Copland, que junto al leridano David Lijarcio llevan desde el miércoles en las zonas más afectadas, como Alfafar y Paiporta. También comenzaron a retirar los vehículos que se amontanan en las calles de los municipios más afectados por la gota fría el contingente de los Bomberos de la Generalitat que partieron el viernes. Entre ellos se encuentra el bombero voluntario de Torà Toni Farré, que explicó que ayer estuvieron en Algemesí retirando el agua que se acumula en los garajes y también trasladando vehículos y enseres que colapsan la vía pública. “La gente lo ha sacado todo a la calle, todo lo que tenían, y está para tirar. Lo principal es intentar que las calles sean practicables para poder transitar”, destacó. Junto a él se encuentran un bombero de Àger, dos de Seròs y otro de Les Borges. El contingente de Bomberos también trabajó en Catarroja. Por su parte, Joel Guiu, uno de los voluntarios leridanos desplazados al País Valencià, explicó que “el barro nos llega hasta los tobillos y el panorama es desolador”. Ayer estuvo junto a otros leridanos que partieron el viernes desde Mollerussa en Picanya.
Mientras, Albert Dardé y Julià Prado, vecinos de Cervera, viajaron con su 4x4 hasta Valencia para llevar comida, medicamentos y material. Partieron la madrugada del viernes al sábado con el maletero a rebosar y quedaron con otros ocho vehículos y dos furgonetas en Salou. De camino a Valencia se encontraron con largas colas y miles de voluntarios. Al mediodía llegaron a Paiporta. “Está todo fatal, parece que haya habido una guerra”, explicaba Julià conmocionado.
Después se dirigieron a Alcàsser y Picanya. Allí, en el centro de coordinación habilitado les dijeron que se dirigieran hasta Catarroja con los todoterrenos porque en esa zona las vías de comunicación estaban muy afectadas y no les había llegado comida ni material. “Cuando nos fuimos de Picanya los vecinos y voluntarios nos aplaudían (...) una mujer de unos 60 años nos lo agradeció entre lágrimas”, relata Julià.
Pero una vez allí, en Catarroja estaba colapsado y no les dejaron acceder a la localidad porque según les dijeron, aún estaban retirando cadáveres. Fue en Sedaví donde descargaron todo el material. Julià explica que “la gente hacía una cadena humana para ir descargando toda la comida, estaban muy organizados (...) ha sido muy duro, pero realmente ves que en estas situaciones sale lo mejor de las personas”.
Para evitar infecciones en estas zonas con grandes cantidades de agua acumulada utilizaron guantes y mascarillas, siguiendo las indicaciones de Salud Pública.
Explican que las calles estaban llenas de miles de coches amontonados, toda la población estaba intentando retirar el barro de sus casas con escobas y cubos, y durante todo el día no paraban de llegar coches y camiones de empresas y particulares con más material. Y había muchos militares, policías y bomberos trabajando en el terreno. “No es solo una población, es que es como si toda la Segarra estuviera destrozada. Es muy fuerte”, dice Julià, que coincide con lo que expone Albert: “no me podía quedar en casa viendo esas imágenes por la tele”.
Durante toda la tarde recorrieron otras poblaciones y su intención era quedarse a dormir en Valencia. A través de las redes sociales de su mujer, que tiene una cuenta de Instagram sobre maternidad con casi 29.000 seguidores (@bocinsdemi), les habían ofrecido distintos lugares para poder ducharse o pasar la noche.
Albert ya había participado en otros episodios similares con la agrupación SOS 4x4 como en la Espluga de Francolí cuando en 2019 quedó muy afectada por el temporal Gloria.
Con su todoterreno Albert y Julià no pudieron cargar decenas de cajas y bolsas que les llevaron los vecinos de Cervera. Cuando vuelvan lo trasladarán a un punto de recogida para que pueda llegar a las zonas damnificadas.
Ayuda de dos agentes de Guissona y Tàrrega
Carlos Atienza, de la Guardia Municipal de Guissona, se desplazará a València para efectuar tareas de seguridad frente a los robos y saqueos que se están produciendo en las zonas afectadas por el temporal, informa Carmina Marsiñach. Partirá el lunes, junto a dos agentes de la Guardia Municipal de Sant Salvador de Guardiola y otro de la Guardia Urbana de Manresa. Les acompañarán siete vehículos, dos furgonetas y cuatro motocicletas de la Guardia Urbana de Barcelona.
Atienza explica que los cuerpos han hecho un llamamiento interno para encontrar voluntarios y relevar a los compañeros que ya llevan días trabajando en la Comunitat Valenciana. En su caso, la semana que viene tenía unos días de vacaciones y le han autorizado para que pueda ir. “Solo iremos tres días, pero probablemente dentro de un mes volveremos”, dice, y asegura que los trabajos durarán meses. Parte de su familia vive en València, aunque en una población no afectada. No obstante, su tío, que trabaja en el puerto de la capital valenciana conduciendo un tráiler, perdió su vehículo con la riada.
Asimismo, agentes de la Policía Local de Tàrrega también se han desplazado a Aldaia con un vehículo de la brigada municipal para ayudar a las personas damnificadas, en el marco de una comitiva movilizada por la International Police Association (IPA).