Las carreteras de Lleida se han cobrado 17 vidas en nueve meses

Un total de 17 personas han perdido la vida en las carreteras leridanas en los nueve primeros meses del año, cifra que representa un incremento del 30% con respecto al año pasado, según los datos hechos públicos ayer por el Servei Català de Trànsit. Entre enero y septiembre han muerto cuatro personas más que en las mismas fechas de 2022, pero si la comparación se hace con 2019, representa un descenso de tres víctimas mortales, un diez por ciento menos. En el conjunto de Catalunya han sido 115 las personas muertas en 103 accidentes, cifra que representa un 15,4% menos que en 2019 y un 7,3% respecto al 2022. En cuanto a los heridos de gravedad, hasta septiembre se han registrado 573, un 2,7% menos respecto al mismo periodo en 2019, pero un 11,9% más respecto al 2022. Por demarcaciones, la de Barcelona acumula 46 víctimas mortales, 4 menos que el pasado año y 14 menos que en 2019, aunque en septiembre cinco de las ocho víctimas mortales en carreteras catalanas se han registrado en la demarcación de Barcelona. En la de Girona han fallecido 21 personas, siete menos respecto al año pasado y una menos que en 2019, mientras que en Tarragona han muerto 31 personas, 2 menos que en 2022 y 2019. Los datos se hicieron públicos tras conocerse dos siniestros mortales. Por una parte, una mujer de 87 años que viajaba de copiloto en un turismo falleció el sábado en un choque frontal en la vía N-II en Vilademuls con otro vehículo cuyo conductor dio positivo penal en alcoholemia, con una tasa de 1,23 miligramos por litro. En el otro accidente, una pareja de 70 años murió el sábado y su hijo de 48 fue trasladado al hospital Verge de la Cinta de Tortosa tras caer su coche unos 20 metros hacia el mar en Calafat, en L’Ametlla de Mar.