MUNICIPIOS URBANISMO
Un bar de Alguaire, 3 meses cerrado al estar en un edificio en riesgo de ruina
Una entidad bancaria es dueña de parte del inmueble y el consistorio le exige obras
El bar Cal Julià de Alguaire lleva cerrado desde julio, cuando el ayuntamiento clausuró el edificio de la plaza de la Església donde se encuentra el local al constatar riesgo estructural. El inmueble carece de tejado desde hace dos años, cuando lo derribó una tormenta. El hasta entonces propietario del piso superior lo abandonó al quedarse sin un techo sobre su cabeza, y la vivienda acabó en manos de una inmobiliaria de Caixabanc. Desde entonces, el agua de la lluvia se ha filtrado al interior sin nada que la frene y ha acelerado el deterioro del edificio. Tanto el responsable del bar como el ayuntamiento instan a la inmobiliaria a actuar en el inmueble, por ahora sin resultados.
Julià Illa, dueño del bar, afirmó que lleva meses enviando fotos y descripciones de los daños a la inmobiliaria sin éxito. El tejado derribado por la tormenta está considerado parte del espacio comunitario del edificio. “La reparación hubiera sido más sencilla si se hubiera hecho tiempo atrás, ahora es mucho más costosa”, lamentó, y apuntó la posibilidad de pedir indemnizaciones a la entidad bancaria o su inmobiliaria por la pérdida de ingresos que le ha supuesto el cierre del bar. “No tengo ingresos y los pagos llegan igual”, recalcó, y apuntó que problemas de salud le impiden desempeñar otro empleo.Por su parte, el ayuntamiento emitió un requerimiento a la inmobiliaria para que actuase en el edificio. La alcadesa, Imma Roca, explicó que la semana pasada, cuando estaba a punto de expirar el plazo concedido a la empresa para responder, esta solicitó una prórroga para presentar un proyecto. El consistorio deberá decidir ahora sobre esta petición. De forma paralela, el gobierno municipal trató de buscar otro local donde reabrir Cal Julià, una posibilidad que no llegó a fructificar.