Reconoce abusos sexuales a su hijastra durante más de 10 años

“Estoy muy arrepentido. Lo asumo”. Esto es lo que dijo ayer en el último turno de palabra el acusado de abusar sexualmente de manera continuada de su hijastra cuando esta era menor de edad. El juicio se celebró en la Audiencia de Lleida y la Fiscalía y la acusación particular solicitan una condena de 12 años de cárcel. En cambio, la defensa pide una pena mínima al alegar que se apliquen las atenuantes de confesión, reparación del daño, dilaciones indebidas y trastorno mental.

La víctima, que ahora tiene 22 años, explicó que los abusos se cometieron durante años. “Yo era pequeña y hacía lo que él me pedía”, aseguró ante el tribunal. Ocurrieron desde que tenía entre seis y siete años hasta los 16, cuando la familia vivió en Els Arcs, El Palau d’Anglesola o La Sentiu, entre otras localidades. Fue su pareja y su suegra los que descubrieron lo ocurrido. “La víctima tenía ansiedad y lo fue contando”, afirmó la suegra. La agente de los Mossos d’Esquadra que atendió a la víctima afirmó que “explicarlo fue una liberación. Se había acostumbrado tanto a los abusos que los había normalizado. Ella no quería denunciar”. Esta policía también fue la persona que detuvo el acusado. “Al leerle los derechos, dijo espontáneamente que le había hecho tocamientos, que estaba arrepentido y se sentía culpable”, declaró la agente. 

En cambio, la madre de la víctima y pareja del acusado se mostró esquiva. Un forense explicó que el hombre es consciente de sus actos. El acusado admitió que se masturbaban, llegando a eyacular. “Estoy muy mal. Soy una puta mierda”, añadió.