La Generalitat limita los pisos turísticos a diez por cada 100 vecinos en 42 municipios

La Generalitat aprobó ayer un decreto ley que regula los pisos turísticos (HUT, en sus siglas en catalán) en 262 municipios, 42 de ellos de Lleida. Estas localidades solo podrán tener un máximo de 10 viviendas de este tipo por cada 100 habitantes. Son, por un lado, 10 poblaciones que tienen un mercado de vivienda tensionado y en las que el Govern quiere limitar los precios de los alquileres, una medida que está pendiente de la ratificación del Gobierno central. El resto de los municipios afectados son los que tienen 5 o más HUT por cada 100 vecinos. De estos, 8 ya superan el límite, por lo que habrá pisos turísticos que tendrán que cerrar. Entre ellos se encuentra Naut Aran, que tiene 1.200 HUT y con la nueva norma solo podrá contar con aproximadamente 190.

La consellera de Territorio, Ester Capella, explicó ayer que el objetivo de esta medida es “garantizar que el acceso a la vivienda sea un derecho fundamental”. En este sentido, destacó que los pisos turísticos son “una de las causas de la disminución del número de viviendas que se alquilan como alojamiento permanente”. La regulación se ha implantado a través de una modificación de la ley de Urbanismo. Este cambio establece que los ayuntamientos tendrán que cambiar su planeamiento para permitir expresamente la compatibilidad de los HUT con la vivienda habitual. Esto solo será posible si pueden justificar que tienen suelo suficiente para viviendas destinadas al domicilio habitual y permanente. Los HUT deberán pedir a los ayuntamientos licencia urbanística y una autorización turística previa a la apertura. Estos permisos se otorgarán con un proceso de concurrencia pública y tendrán una vigencia de 5 años. En cuanto a los pisos turísticos que ya están abiertos, tendrán 5 años para pedir el nuevo permiso o tendrán que cerrar. No obstante, podrán pedir una prórroga de otros 5 años si acreditan que no pueden compensar las pérdidas patrimoniales. Los ayuntamientos tendrán 5 años para adaptar su planeamiento urbanístico. Además, no podrán otorgar licencias de HUT hasta que actualicen su normativa urbanística.

La mayoría de alcaldes aplauden la norma aunque creen que llega tarde

Los alcaldes de los principales municipios afectados por la normativa anunciada por la Generalitat aplaudieron ayer las restricciones a los pisos turísticos, aunque con algunas reservas. El primer edil de Naut Aran, César Ruiz-Canela, dijo que ve bien la regulación y confió en que la norma sea muy clara para saber cómo actuar en las más de 1.000 licencias de más que hay su municipio, según el decreto ley anunciado. Ruiz-Canela añadió que este tope se hubiera tenido que imponer ya en el momento de autorizar a los ayuntamientos a otorgar licencias de pisos turísticos. El alcalde de Vielha y vicepresidente de Turismo de la Diputación, Juan Antonio Serrano, dijo que en la capital aranesa hay ahora 300 HUTS, que “no supera el 10%” permitido. Alabó las restricciones a los pisos turísticos, que ha criticado de forma reiterada en los últimos años. De hecho, Vielha fue pionera en Lleida en establecer una moratoria a las nuevas licencias. La normativa, señaló, corroborará que “hay un problema de encarecimiento de la vivienda. En el Pirineo y en la Costa Brava está fuera de control”, señaló. 

El alcalde de Sort, Baldo Farré, recordó que la semana pasada el pleno municipal acordó una moratoria a las licencias de pisos turísticos mientras los regulan. Señaló que deben estudiar el texto propuesto por el Govern pero admitió que “hay que replantear el modelo de vivienda en el territorio”. El alcalde de Llavorsí, Josep Vidal, y la de La Vall de Boí, Sònia Bruguera, coincidieron en celebrar la noticia dado que el acceso a la vivienda es un tema que preocupa, mientras que el alcalde de Rialp, Gerard Sabarich, recordó que ellos también limitaron las licencias. Para Sabarich, el Gobierno llega tarde.