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ENERGÍA COMPARTIDA

Una caldera de biomasa calentará edificios públicos y calles de Salardú

Sustituirá el consumo eléctrico y de gasóleo por astillas de los bosques de Aran

El ayuntamiento ha recibido ayudas de la UE y prevé ponerla en marcha en 2025

L’escola de Salardú, un dels edificis que s’escalfaran amb la xarxa de calor amb biomassa.

La escuela de Salardú, uno de los edificios que se calentarán con la red de calor con biomasa.

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Una única caldera de biomasa en Salardú dará calefacción y agua caliente al ayuntamiento, las piscinas, el polideportivo, la escuela y un futuro equipamiento para la tercera edad. También calentará en invierno el suelo de cuatro calles en pendiente para evitar caídas al resbalar con placas de hielo. El ayuntamiento de Naut Aran pondrá en marcha un sistema de distribución de calor (district heating) mediante conducciones subterráneas. Es un proyecto valorado en 1,4 millones que ha recibido una subvención de cerca de 400.000 euros del fondo Next Generation de la UE.

Esta red de calor usará como combustible astillas procedentes de trabajos de limpieza de los bosques de Aran. Esto deberá contribuir a una correcta gestión forestal. Además, supondrá un ahorro considerable respecto al gasóleo y electricidad que el municipio consume actualmente para calentar equipamientos municipales y las tres calles que ya están calefactadas. El consistorio prevé también dotar de calefacción una cuarta.El pleno municipal someterá mañana a aprobación un cambio en la normativa urbanística para permitir la instalación de la caldera de biomasa en terrenos próximos a las piscinas. El ayuntamiento espera concluirlas las obras antes de octubre de 2025. El district heating de Salardú suministrará solo a equipamientos y espacios públicos. No está previsto conectar a esta red viviendas ni establecimientos hoteleros. El alcalde, César Ruiz Canela, explicó que una empresa ya tanteó años atrás esta posibilidad y acabó descartándola al no encontrar vecinos y empresas interesadas.

Los sistemas de calor distribuido se abren paso lentamente en Lleida. Las primeras iniciativas se remontan a años atrás, con los primeros sistemas de calefacción central con biomasa para calentar edificios públicos en Bellver, Lles de Cerdanya y Esterri d’Àneu. Vilaplana, en La Baronia de Rialb, estrenó en 2019 un district heating para las ocho casas del pueblo, mientras que Llavorsí puso en marcha el suyo para equipamientos municipales este mismo año. Proyectos similares se plantean en otras localidades de Aran, el Alt Urgell y de la Segarra.

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