ENERGÍA RENOVABLES
La Generalitat prepara una moratoria para limitar plantas solares y eólicas en 23 pueblos
Municipios de las comarcas del llano de Lleida que no tienen planificación urbanística propia
Fija tamaños máximos para centrales fotovoltaicas y distancias mínimas entre las de molinos de viento
La Generalitat prepara una moratoria a nuevas centrales solares y eólicas en 23 municipios del llano de Lleida. Son localidades del Segrià, Les Garrigues, el Urgell, la Noguera, el Pla y la Segarra que carecen de una planificación urbanística propia y se acogen a las normas genéricas que el departamento de Territorio elaboró años atrás para ellos. La conselleria prevé ahora suspender licencias a futuros molinos de viento y paneles solares mientras tramita normas para limitar su implantación. Según los primeros documentos en información pública, el objetivo es que las energías limpias se “distribuyan en el territorio” en lugar de concentrarse y lo hagan de forma “coherente con las posibilidades y condicionantes de cada lugar”.
Esta nueva normativa no afectará a instalaciones de energías renovables ya existentes o que estén en tramitación. Tampoco a las plantas pequeñas de menos de 100 kW de potencia, ni a los grandes proyectos de más de 50 MW. La autorización de estos últimos corresponde al Gobierno español. La propuesta de la Generalitat se basa en establecer cuatro unidades de paisaje, cada una con sus propias condiciones a la hora de desplegar molinos de viento y grandes extensiones de paneles solares. Una de ellas engolbará las áreas de montaña, donde las centrales solares no podrán superar las 8 hectáreas y los parques eólicos deberán estar separados 4 kilómetros entre sí. En las zonas de valles, la superficie máxima de paneles fotovoltaicos será de 10 hectáreas y deberá haber una separación de 2 kilómetros entre parques eólicos. En las zonas catalogadas como paisajes de secanos, las plantas solares podrán llegar a 15 hectáreas y las centrales de molinos de viento tendrán una separación de al menos 3 kilómetros entre sí. Finalmente, en las áreas de regadío la superficie máxima de paneles será de 10 hectáreas y la distancia entre parques eólicos, de cuatro kilómetros. Otras limitaciones se refieren a las distancias mínimas respecto a masías en suelo rústico y construcciones catalogadas, así como en el entorno de miradores y tossals, entre otras.
Estas limitaciones en 23 municipios inician su tramitación cuando más de una decena de ayuntamientos leridanos han promovido ordenanzas y planes urbanísticos para regular la construcción de centrales eólicas y solares en sus respectivos términos municipales. Asimismo, la Generalitat tiene pendiente la aprobación de un plan territorial que favorezca una implantación descentralizada de las energías renovables en todo el territorio catalán y evitar la concentración de grandes proyectos en zonas como el Pallars Jussà, el sur del Segrià y Les Garrigues y la Segarra.
Precisamente, la demora en esta planificación fue uno de los motivos de las protestas de plataformas y entidades ecologistas el pasado 6 de diciembre.