Pruebas para que drones repartan paquetes en Aran

De las vacas a las placas. Así resume Lara Iglesia el viraje que ha hecho en los últimos años Pirineos Drone, la empresa que fundó con su marido, Daniel Castet, y que en la que se incorporó Nacho Lázaro como socio. Comenzaron usando drones para controlar el ganado de la explotación familiar en Aran. Viven en Arres de Sus y tras la pandemia vieron Pirineos Drone como un nuevo proyecto profesional. Comenzaron a ampliar sus servicios y ahora usan estos aparatos sobre todo para inspeccionar desde el aire centrales solares y líneas eléctricas. A ello se han sumado proyectos de logística, entre ellos uno que plantea usarlos para transportar paquetería entre pueblos de montaña con dificultades de comunicación.

Este último proyecto, bautizado como Archytas, plantea una ruta que podrá conectar próximamente El Pont d’Arròs con Arres. Recorrer la carretera de ocho kilómetros llena de curvas que une los dos pueblos requiere unos 20 minutos de viaje, frente a 5 minutos de vuelo de dron. En una primera fase, en un plazo de entre tres y cinco años, podrían trasladarse paquetes de hasta 5 kilos entre estas dos localidades, pero más adelante podrían llegar hasta los 200 kilos.Iglesia explica que su trabajo ahora se centra en vuelos que recogen datos para elaborar un plan de seguridad. “Todos los vuelos serán visibles en una plataforma de control aereo”, dijo. El espacio aéreo del corredor se situaría “por debajo de los 120 metros de altura”. Recalcó que la tecnología drone es limpia y que su empleo en paquetería servir, por ejemplo, para llevar alimentos y medicamentos a núcleos remotos y vecinos de edad avanzada.El proyecto cuenta con la colaboración de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), que participó el martes en el inicio de las pruebas de conectividad en vuelo. Consisten en evaluar las zonas de cobertura de la ruta, para garantizar la conexión entre el drone y los centros de control del vuelo durante toda la operación. El próximo año confían en poner en práctica los primeros corredores de paquetería en Aran fuera del alcance visual, algo que requiere autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aerea (AESA). La empresa contará con una subvención del ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico de unos 68.000 euros para sufragar parte de los gastos de este proyecto de tres años.