SEQUÍA ANÁLISIS
Pallaresa y Ribagorçana, a punto de salir de la alerta pese al bajo caudal
La CHE estima que podría pasar a prealerta, pero el Segre seguirá en emergencia
El año 2023 se cerró como el segundo más cálido y uno de los más secos
El Noguera Pallaresa y el Ribagorçana podrían dejar atrás la situación de alerta por sequía para pasar a prealerta en los próximos días si se mantienen las cifras positivas que la Confederación Hidrográfica del Ebro baraja desde mediados del pasado mes. Esto implica que las medidas de ahorro que deben contemplar los usuarios (especialmente, el regadío) no serían tan severas. Pese a todo, el caudal de los ríos y las reservas de agua de los pantanos siguen siendo bajos. Por ejemplo, el Noguera Ribagorçana en El Pont de Suert (9 metros cúbicos por segundo); el mismo río en Castillonroy (4,20 metros); el Noguera Pallaresa en Collegats (5,3) o el Segre en La Seu d’Urgell (3,93) tienen sin excepción caudales inferiores a la media del último año. En cuanto a los embalses, los del Ribagorçana (Baserca, Escales, Canelles y Santa Ana) suman 379 hectómetros cúbicos de agua, 10 menos que el año pasado, y están al 35% de su capacidad total.
Los del Pallaresa (Sant Antoni, Terradets y Camarasa) suman 274,5 hectómetros y están al 65% de su capacidad. Oliana y Rialb, en el río Segre, están al 30% de su capacidad y suman 145 hectómetros cúbicos de reservas, que son 71 más que el año pasado. Aún así, el Segre seguirá previsiblemente en situación de emergencia.
Precisamente, el año 2023 se ha cerrado como el segundo más cálido y uno de los más secos en Catalunya, según el Servei Meteorològic. Ha sido un año seco en el marco de la peor sequía registrada en Cataluña en la época instrumental. La precipitación anual solo ha sido de un 50 a un 70% de la media climática y en varios lugares la primavera y el otoño fueron secos o muy secos. En diciembre hubo episodios de nieve hasta mediados de mes pero luego hubo sequía e inversión térmica. Nueve de los 12 meses de 2023 fueron más cálidos que la media, hasta 2 y 3 grados más. Los datos constatan que 2023 será con toda probabilidad el año más cálido registrado a escala planetaria.