MEDIO AMBIENTE DEYECCIONES GANADERAS
Las grandes plantas de purín, sin ayudas y las reconvertirán para evitar cerrarlas
Sus dueños impulsan proyectos que van desde producir biogás a hidrógeno líquido
La gran planta de secado de purines de Alcarràs, la más antigua de Lleida, perderá a finales de este año las primas por generar electricidad que hasta ahora hacían viable tratar deyecciones. Entre 2025 y 2033 se quedarán también sin estas ayudas las dos de Juneda y la de Miralcamp. Sus dueños proyectan ya reconvertirlas para evitar cerrarlas.
La planta de secado de purines de Alcarràs, la primera de las cuatro grandes instalaciones dedicadas a tratar deyecciones ganaderas en Lleida, perderá en diciembre las ayudas que hasta ahora han hecho viable su funcionamiento. Se trata de una prima por generar electricidad a través de cogeneración que dejará de cobrar al cumplir 25 años desde su puesta en marcha. Entre 2025 y 2033 correrán la misma suerte los dos complejos de Juneda y el de Miralcamp. Sus respectivos propietarios elaboran ya proyectos para reconvertirlas, que van desde producir biogás e hidrógeno verde hasta obtener gas a partir de residuos. De este modo buscan evitar el cierre de estas plantas y mantenerlas en servicio tras quedarse sin ayudas.
La empresa portuguesa Capwatt, propietaria de la planta de Alcarràs, tramita un proyecto para aprovechar el metano que emana de los purines para obtener biogás. Una fuente oficial de la planta explicó que lo depurarán para producir biometano, con un poder calorífico equivalente al del gas natural, y lo inyectarán en la red de distribución de gas natural. Otros 20 proyectos en Lleida plantean vender gas renovable a través de las conducciones de Nedgia.Las primas para la planta de Tracjusa, en Juneda, acabarán en 2025. Para entonces, la cooperativa GAP, dueña del complejo, espera poner en marcha su polémico proyecto para obtener gas a partir de residuos. A más largo plazo, prevé explotar fuentes de energía renovable que incluyen la solar, el biogás y el hidrógeno verde.
La pérdida de las primas es un escenario aún lejano para las dos últimas plantas de secado de purines: la de VAG, en Juneda, las mantendrá hasta 2028, y la de Miralcamp hasta 2033. Sin embargo, también hay planes de reconversión para ellas. La de Les Garrigues tiene como accionista mayoritario a Neoelectra, gestora también de la del Pla d’Urgell. Fuentes de la empresa corroboraron que estudian “alternativas de reconversión como generación de hidrógeno, almacenamiento en baterías y generación de biogás”. “De hecho, en VAG hay un proyecto para una instalación fotovoltaica de autoconsumo”, añadieron.
La gasificación de residuos en Juneda, para este año
La cooperativa GAP, que engloba a más de un centenar de ganaderos de Les Garrigues, prevé poner en marcha a finales de este año su proyecto para obtener gas de residuos en la planta de Tracjusa, en Juneda. Así lo explicaron fuentes de la firma, que prevé usar este combustible como alternativa al gas natural que ahora emplea para secar purines. El proyecto, denominado Nova Tracjusa, tiene desde hace años la autorización de la Generalitat y ha sido objeto de protestas: asociaciones ecologistas, entidades de Les Garrigues y partidos políticos como ERC, la CUP y ECP lo equiparan con incineración de desechos, algo que los promotores rechazan.Para la cooperativa, implementar la gasificación de residuos es necesario para mantener el tratamiento de las deyecciones más allá de 2025, cuando la planta de Tracjusa perderá las primas del Estado que ahora hacen viable su actividad. De forma paralela, GAP trabaja en el proyecto denominado Biogap, que prevé incorporar otras tecnologías para obtener energías limpias en el complejo de Tracjusa, que van desde la solar y el biogás hasta el hidrógeno verde. Todo ello, sin renunciar a la gasificación de residuos que ya tiene autorizada. La propuesta de Biogap ha recibido en varias ocasiones el apoyo explícito de la Generalitat, pero todavía no ha iniciado el proceso para obtener autorización.