SEGURIDAD EXPLOSIVOS
Más de 3.400 artefactos bélicos encontrados en Lleida desde 2012
Los Mossos crean un mapa para la memoria histórica e identifican las zonas con más hallazgos
Coleccionistas heridos por explosiones en Balaguer y Térmens
Los Mossos d’Esquadra han elaborado un mapa con los más de 8.200 artefectos explosivos hallados en Catalunya relacionados con conflictos bélicos históricos desde 2012, de los que más de 3.400 se han encontrado en las comarcas leridanas, que aglutina el 41% del total. El mapa ha sido diseñado por el área Tedax-NRBQ de la Policía catalana con el compromiso para la recuperación y preservació de la memoria histórica y para que pueda servir a los investigadores de los diferentes conflictos que han tenido lugar en Catalunya, con especial incidencia de la Guerra Civil.
Concretamente, el área Tedax de Lleida ha hallado un total de 3.445 artefactos desde 2012, la cifra más alta de las seis secciones que tiene esta unidad en Catalunya. Por tipo de explosivos, 2.119 son granadas de mortero, 670 proyectiles de artillería, 449 granadas de mano, 141 cohetes, 50 espoletas, 8 bombas de aviación, 5 granadas de fusil y tres bombardas. Por comarcas, donde se han encontrado más han sido el Alt Urgell, con 1.768; el Segrià, con 458; Les Garrigues, con 395; la Noguera, con 297; el Pallars Sobirà, con 170, y el Pallars Sobirà, con 113. La mayoría de las intervenciones están relacionadas con conflictos bélicos como las Guerras de Sucesión del siglo XVII-XVIII, la invasión napoleónica o Guerra del Francés, las Guerras Carlinas y, en especial, la Guerra Civil. De hecho, en las comarcas leridanas puede apreciarse que donde se han encontrado más artefactos es en las zonas donde transcurrían los frentes como el del Segre. Por su parte, Gustau Aparisi, subjefe del área Tedax-NRBQ de los Mossos d’Esquadra, señaló ayer que en la mayoría de los casos y, pese al paso del tiempo, los artefactos siguen manteniéndose activos. “A no ser que el material haya estado en situación de conservación muy mala, como dentro de un río, el explosivo se mantiene y su manipulación conlleva un gran riesgo”. En este sentido, explicó que hay coleccionistas que sufren accidentes “por un exceso de confianza”. Fue el caso de un hombre que en abril de 2006 estaba desmontando la espoleta de un proyectil de artillería de la Guerra Civil en Térmens, en la Noguera, cuando este explotó y le causó heridas graves. En su casa recuperaron 443 artefactos explosivos bélicos así como munición, tres bombas de aviación, tres cargas de TNT y 9 kilos de pólvora. También un vecino de Balaguer resultó herido de gravedad en febrero de 2009 tras manipular un proyectil de artillería. También era un coleccionista y la explosión se produjo en el interior de un trastero lleno de artefactos y explosivo en el que intervinieron 31 proyectiles de artillería, seis bombas de aviación, munición y 11 kilos de trilita, entre otros. Aparisi recordó que la tenencia de este tipo de material está castigado con el Código Penal y también de acuerdo con el reglamento de armas y explosivos. Por este motivo, señaló que en caso de hallar algún artefacto no hay que tocarlo ni moverlo del lugar y hay que llamar inmediatamente al 112 para que los especialistas del Tedax hagan una extracción segura. En otros casos, estos hallazgos llevan a encontrar también restos de combatientes durante la Guerra Civil, como pasó en Cubells en 2009. Los agentes acudieron a recoger tres ganadas de mano en la Masia del Pere Pau y hallaron fragmentos óseos humanos. Mientras, en abril de 2014 en Calbinyà, en el Alt Urgell, un agente de los Mossos que corría por la montaña vio un gran número de restos de artefactos de la guerra. Este lugar había sido un campo de tiro militar donde se hacían prácticas con granadas de mortero. En total, se recogieron 1.420 kilos de restos.