TORREFARRERA
Mercado veinteañero en Torrefarrera
Lo estrenó en enero de 2004 con 130 paradas a las que se han ido sumando 100 más en dos décadas
Cada domingo reúne a miles de clientes que aprovechan el día para comprar alimentos, ropa, calzado, artículos del hogar y complementos, entre otros productos
El mercado de Torrefarrera ha cumplido 20 años. Abrió en enero de 2004, dos meses después del de Fondarella. Comenzó con 130 paradistas en el polígono industrial al lado de la N-230. En la actualidad cuenta con 100 paradas más y tiene una lista de espera que reúne con unos cuarenta aspirantes. Son puestos principalmente de alimentación, pero también de ropa, calzado, artículos del hogar o complementos. El crecimiento del mercado, incentivado por la proximidad de Lleida, también ha provocado la creación de establecimientos vinculados a la alimentación y la restauración, incluso hay una tienda de muebles que abre el domingo, explicó el alcalde, Jordi Latorre. En los últimos dos años se han reincorporado unas 25 paradas después de que la pandemia de Covid provocara algunas bajas entre 2020 y 2021. Lo visitan miles de personas, unas 5.000 semanales de media, según los cálculos del consistorio, una afluencia masiva que ha obligado a regular el tráfico en la zona, proteger las entradas de la población para evitar incidentes e incrementar la vigilancia. Según Latorre, se está planificando un concurso para la ampliación del recinto de cara al futuro para promocionar los productos de proximidad, kilómetro cero, tradicionales y de artesanía. También se prevé introducir mejoras para reducir al máximo los residuos. “La idea es conceder un sello de calidad a los paradistas que se distingan por el trato al cliente, den facilidades de pago y, por supuesto, reciclen la basura que generan”. El presupuesto de este año incluye importantes actuaciones en el parque empresarial que lo acoge. El consistorio ha licitado por más de 280.000 euros obras para mejorar el pavimento de las calles Industria y Avall, entre otras, además de mejorar la iluminación. Durarán una semana y media, por lo que puede que se tenga que suspender y se estudiará si se pueden reubicar paradas. El suelo está muy degradado por el continuo paso de vehículos pesados. También se habilitarán aceras en la avenida de Lleida para asegurar el paso de los peatones y evitar accidentes.