Los leridanos de más de 65 años superan ya en número a los menores de veinte
Su peso del 20% alinea la demografía de Lleida con la de Europa, más envejecida
El colectivo de los mayores de 65 años ha superado en Lleida dos hitos que comienzan a alinear la estructura demográfica de la demarcación con la que presenta la Europa más desarrollada y, al mismo tiempo, envejecida: ya superan en número a los menores de veinte y han alcanzado un peso del 20% en el conjunto de la población.
La población de Lleida envejece como conjunto, y lo hace a una velocidad que aumenta de manera progresiva y con la que está superando algunos hitos que acercan su perfil estadístico al de la vieja Europa: en las comarcas leridanas ya hay más habitantes mayores de 65 años que menores de veinte, y el peso demográfico del primero de esos colectivos se sitúa ya en el 20% del total.
Según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), a 1 de enero de este año residían en la provincia de Lleida un total de 89.996 personas mayores de 65 años por 87.901 de menos de veinte, lo que arroja para los primeros un peso porcentual del 19,96% y una ventaja de 2.095 sobre los segundos.Esos dos registros, que también han ido alcanzado en los últimos años países como Alemania (22,1%), Italia (23,8%), Portugal (23,7%) y España (20,1%), se encuentran en niveles similares a los del promedio de la UE (21,1%), según los datos de Eurostat cerrados en 2022.Tambien en Francia (21%), Suecia (20,3%) y Países Bajos (20%) los mayores de 65 años son más de la quinta parte de los habitantes, aunque en los tres casos con una presencia mayor de jóvenes en el conjunto de la población.
Esos datos revelan una tendencia demográfica claramente positiva en cuanto a la longevidad y la esperanza de vida, aunque no tanto en lo que se refiere a las perspectivas de reposición.Según los datos del Idescat (Instituto de Estadística de Catalunya), la cifra de nonagenarios de Lleida pasó en cinco años, de 2017 a 2022, de 5.645 a 6.536 (+15,8%) mientras la de centenarios aumentaba de 162 a 188 (+16%) y la de mayores de 65 se incrementaba en 4.500.Esas cifras apuntan a un mayor grado de envejecimiento que, salvo un giro imprevisto, va a ir a más con la incipiente llegada a la tercera edad de las populosas generaciones del baby boom, en un proceso que va a tener un claro impacto en el Estado de bienestar al aumentar los requerimientos sanitarios y de servicios sooiales.
Paralelamente, y según la misma fuente, menguan las cohortes más jóvenes, con una merma de casi el 11% en ese lustro en los menores de diez años (pasan de 44.103 a 39.305) que pronostica una reducción de la población en edad laboral y otra del crecimiento vegetativo.
Las proyecciones de población del INE apuntan a un aumento de la natalidad en los próximos años, con la cifra de nacimientos consolidada por encima de los 4.000 anuales a partir de 2034, cuando esa generación empiece a llegar a la edad de procrear. Sin embargo, seguirá habiendo más defunciones y habrá un decrecimeinto vegetativo de más de 500 personas al año en la próxima década que sitúa a la migración como única fuente potencial de crecimiento demográfico.
Bloques de pisos asistidos para liberar vivienda para los jóvenes
El Govern analizará el martes un informe sobre un proyecto que plantea ofrecer pisos con servicios a 900 personas mayores para, al mismo tiempo, destinar las viviendas de estos al alquiler para jóvenes. Se trata del programa Pisos para cuidar a personas mayores, pisos para emancipar a personas jóvenes, cuyo objetivo se centra en explorar soluciones para reducir el ingreso de personas mayores en geriátricos y para atenuar la problemática de acceso a la vivienda entre la juventud. Una de las proyecciones del informe plantea construir diez bloques con un total de 800 pisos con servicios y capacidad para atender a 900 personas mayores que, al mismo tiempo, liberaría el mismo número de viviendas para jóvenes. Los arriendos de esa operación deberían servir para sufragar la construcción de futuras promociones de esa misma fórmula. El informe parte de la base de que la población de más de 85 años se habrá doblado en 2050 en Catalunya y que la de más de 65 años pasará del 20% al 30%. En el otro plato de la balanza se encuentran datos como que tan sólo el 21,6% de las viviendas están adaptadas o como que la tasa de emancipación juvenil se encuentra en el 19,2%. El estudio propone que tengan prioridad para entrar en el programa los mayores de 65 años que viven solos y los que residen en viviendas de accesibilidad compleja.