INFRAESTRUCTURAS LA EXPLOTACIÓN DEL MEDIO
El Aragón y Catalunya quiere conservar como regadío la tierra ocupada por las renovables
Plantea que las parcelas sigan cotizando a las comunidades como usuarios industriales
Pretende salvaguardar terrenos dedicados a producir alimentos ante un eventual pinchazo del uso energético
El Canal de Aragón y Catalunya ha puesto sobre la mesa el debate sobre la preservación de los cultivos de regadío frente al despliegue de las energías renovables y la necesidad de salvaguardar las tierras con acceso al agua que van ocupando los parques eólicos y solares para que, cuando estos agoten su vida útil (30 años) o antes si quedan fuera de servicio, puedan volver a dedicarse a la producción de alimentos para las personas o el ganado.
“De lo que se trata es de que no se dé de baja la tierra en la comunidad para que, cuando dentro de 30 años se retiren las placas por el fin de su vida útil, sigan siendo de regadío. Eso es lo racional”, explica José Luis Pérez, presidente de la comunidad general de regantes. La baja conlleva la imposibilidad de recibir suministro de agua a partir de entonces.
El canal plantea la siguiente fórmula para salvaguardar esas tierras una vez se instalen en ellas placas o aerogeneradores: seguir pagando a la comunidad de regantes de base la parte fija de la cuota, la vinculada a la superficie, y una parte de la variable, la asociada al consumo.
“Estamos hablando de un usuario más, como un polígono industrial. Las placas son un uso más. Y si siguen pagando las cuotas continuarían siendo de regadío cuando se acabe ese negocio”, anota Pérez, quien plantea un escenario que ya se vivió en otros puntos del Estado hace dos décadas con los huertos solares: “¿qué pasa si las placas se van a los cinco años?”.
Pérez plantea que los campos en los que ya se han ubicado este tipo de instalaciones energéticas salden sus eventuales deudas con las comunidades de regantes de base para que las parcelas puedan seguir formando parte de estas. “Deberían pagar los gastos causados, aunque cambie su uso”, señala. La liquidación de las deudas sería, por otro lado, un requisito necesario también para poder dar de baja la superficie.
En el caso de tratarse de tierras arrendadas, la titularidad de las cuotas seguiría siendo del propietario aunque la obligación de liquidarla puede ser endosada al arrendador que instala las placas y/o los molinos. El despliegue de las energías renovables ya ha provocado tensiones en varios sistemas de regadío de Lleida al renunciar algunos partícipes al uso agrario.