EMERGENCIAS ANÁLISIS
Nueve de cada diez incendios forestales están causados por la acción humana
Los Bomberos alertan de fuegos extremos, que superan la capacidad de extinción
La sequía, el cambio climático y las elevadas temperaturas están detrás del aumento del riesgo de incendios forestales. Los Bomberos de la Generalitat y los Agentes Rurales alertan de la posibilidad de fuegos extremos y piden colaboración a la ciudadanía para evitarlos. Recuerdan que nueve de cada diez incendios están causados por la acción humana.
El incendio de Baldomar de junio de 2022 ha sido el último gran fuego forestal que ha habido en las comarcas de Lleida. Ardieron 2.702 hectáreas que contrastan, por ejemplo, con las 201 que se quemaron el año pasado en la demarcación. La prevención y cómo combatirlos es una de las grandes prioridades y preocupaciones de los Bomberos de la Generalitat y los Agentes Rurales. La sequía estructural de los últimos años y el cambio climático son “nuevos aliados” de los incendios, cada vez más virulentos. Los expertos advierten de la posibilidad de que en los próximos años se puedan registrar los denominados incendios extremos o de sexta generación, que son aquellos que superan la capacidad de extinción, que incluso pueden modificar la situación atmosférica (pirocúmulos).
Entre las prioridades está la de seguir haciendo campañas de prevención ciudadana. Así, recuerdan que nueve de cada diez incendios son causados directa o indirectamente por la acción humana (descuidos y negligencias, entre otros) y llevan a cabo campañas como ‘Foc off’, que pretende concienciar sobre el elevado riesgo de incendio, provocado por el cambio climático, la sequía y las temperaturas altas o la campaña de controles de la siega.
Inmersos en la campaña forestal de verano, los Bomberos han detectado que cada vez hay menos estacionalidad. Sobre ello, el nuevo jefe de la Región de Emergencias de Lleida, Joan Josep Bellostas, afirma que “afortunadamente en primavera hubo las lluvias necesarias pero tenemos una sequía estructural, que arrastramos desde hace cuatro años. Los bosques están ‘tocados’, hay mucha masa forestal y combustible por quemar. Hemos pasado de tener un 40% de masa al 70%”.
Los Bomberos cuentan actualmente con 742 bomberos en las comarcas de Lleida (363 funcionarios y 379 voluntarios), además de 59 personas de refuerzo durante estos meses, 48 de ellos auxiliares forestales. En cuanto a medios de extinción, en Catalunya hay 821 vehículos terrestres y 22 medios aéreos, de ellos un helicóptero de mando en el parque de Lleida, dos helicópteros bombarderos en los aeropuertos de La Seu d’Urgell y Alguaire y un avión de vigilancia de ataque (AVA) en Alguaire y un helicóptero de rescate en La Seu.
El Grupo de Actuaciones Forestales (GRAF) es el especialista en incendios forestales y cuenta con una unidad técnica encargada de monitorizar cada tres horas y a cuatro días vista para poder prever cambios de comportamiento extremo. Analizan varios factores: la carga de combustible disponible (la disponibilidad de quemar vegetación, que influye directamente en la propagación del fuego), dimensionar la respuesta y los avisos a la población, posibles comportamientos erráticos y los momentos extremos (la previsión de pirocúmulos, las franjas en las que son más posibles y el impacto).
En este sentido, tanto Joan Josep Bellostas como Llorenç Ricou, jefe de los Agentes Rurales en Lleida, explican que la prioridad son las vidas humanas. “Lo que más nos preocupa son aquellas zonas con urbanizaciones o masías cercanas o integradas en los bosques. Para ello hacemos mucho hincapié y fomentamos la autoprotección. Se deben generar elementos de seguridad en el perímetro de masías y urbanizaciones”, afirma Bellostas. En el caso de los espacios naturales, Ricou añade que “si cerramos el Montsec de Rúbies, el de Ares o la Baronia de Rialb no es por capricho es para evitar que pueda quedar gente atrapada, ya sean personas que hagan senderismo, escalada o cualquier otra actividad”. En el caso de la autoprotección de casas, recomiendan hacer franjas y perímetros de seguridad.
En caso de incendio, piden no intentar escapar ya que el fuego “puede atraparte y rodearte”. En este sentido, consideran que un confinamiento correcto permite garantizar la supervivencia ante el primer impacto. Además, todos los municipios catalanes están obligados o es recomendable que tengan un plan por incendios forestales. Todo ellos para hacer frente a un nuevo paradigma.
Los datos de la campaña forestal de verano
- Las comarcas de Lleida cuentan con 742 efectivos de los Bomberos, de los que 363 son funcionarios y 379 voluntarios.
- La campaña cuenta con 59 personas de refuerzo en las comarcas de Lleida, de los que 48 son auxiliares de oficio forestal (AOF).
- El año pasado hubo 402 incendios de vegetación en la demarcación, 209 agrícolas, 104 forestales y 89 de urbanos.
- Los mayores incendios del año pasado calcinaron un total de 201 hectáreas. En Baldomar, en 2022, ardieron 2.702 hectáreas.