SERVICIOS MUNICIPALES
Pueblos junto a Lleida cobran más cara la entrada a las piscinas a los forasteros
Municipios en el entorno de la ciudad de Lleida cobran más cara las entradas y abonos de sus piscinas públicas a los foráneos. Lo hacen para evitar un alud de usuarios de la capital y ganar comodidad para los vecinos. Sin embargo, otros han abandonado esta práctica o prevén hacerlo a partir del próximo año, tras ser advertidos de que es ilegal.
Las piscinas de al menos cinco municipios en el entorno de la ciudad de Lleida tienen una doble tarifa para las entradas y abonos: una para los vecinos y otra, más cara, para los forasteros. El ayuntamiento de Alcoletge ha adoptado esta práctica este verano, mientras que localidades como Alpicat, Torrefarrera, Els Alamús y Rosselló la aplican desde hace tiempo. En cambio, otros consistorios la han abandonado o se plantean hacerlo a partir del próximo año, tras ser advertidos de que es ilegal. Así consta en resoluciones del Síndic de Greuges, así como en una sentencia del Tribunal Supremo.
Las tarifas para forasteros van desde un 50% más que la que pagan los empadronados hasta cuadruplicarla. La mayoría de los municipios que las aplican buscan evitar aglomeraciones de público procedente de Lleida ciudad y asegurar así comodidad para los vecinos. “No se trata de recaudar más”, explicó el alcalde de Torrefarrera, Jordi Latorre. “Recibir muchos bañistas de fuera hacía que los del pueblo no estuvieran cómodos”, indicó. Considera que la doble tarifación “está fundamentada” porque “el ayuntamiento se debe al servicio de sus ciudadanos”. Los vecinos pagan 30 euros por el abono y los foráneos 100.
Similar es el caso de Alpicat, donde mayor es la diferencia de tarifas. Los empadronados pagan 30 euros por el abono, y los que no lo están, 140. El alcalde, Joan Gilart, explicó que “venía mucha gente de Lleida, había masificación y los vecinos no podían disfrutar de un equipamiento que se paga con fondos municipales”. Añadió que hay excepciones que no pagan la tarifa para foresteros y citó como ejemplo “abuelos de otros municipios que cuidan de sus nietos en Alpicat en verano”.
Con propiedades pagan menos
En Els Alamús, las excepciones están incluidas en las ordenanzas: familiares próximos de vecinos y personas con propiedades en el municipio pueden beneficiarse de las tarifas para empadronados. El alcalde, Toni Bosch, explicó que esta práctica viene de antiguo, aunque puntualizó que, probablemente, no tendrá continuidad. “Hemos sabido que no es está permitido”, dijo. “Veremos cómo reconducir esta situación cuando revisemos las ordenazas para 2025”, dijo.
Rosselló aplica un recargo del 50% al precio de los abonos cuando lo piden forasteros. “No creo que vendamos ninguno a ese precio”, afirmó el primer edil, Joan Andreu Urbano. Indicó que esta práctica se remonta a décadas atrás y puntualizó que no es para evitar masificación. “Parece ético que quien paga con sus impuestos las instalaciones y su mantenimiento disfrute de condiciones mejores que quien no lo hace”, valoró.
En cambio, Albatàrrec dejó de aplicar una tarifa más cara a los foráneos el año pasado tras conocer que era ilegal. El alcalde, Jaume Sanuy, afirmó que el cambio no ha gustado a gran parte de los vecinos, pero recalcó que “la normativa nos ata de pies y manos”. Por su parte, Corbins y Soses eliminaron la doble tarifa entre 2019 y 2021, en ambos casos a instancias del Síndic de Greuges. El alcalde del primer municipio, Jordi Verdú, explicó que el Sindic les indicó que no debían hacerlo a raíz de una queja de una familia. La primera edil de Soses, Sandra Marco, afirmó que “entramos en el ayuntamiento en 2019 con las ordenanzas hechas e incluían una tarifa para no empadronados”. La retiraron al poco de estrenarla tras requerirlo el Síndic. “Ahora hay días con mucha gente en las piscinas, pero hay que dar servicio público”, dijo.
Doble tarifa este verano tras abandonarla años atrás
La alternativa de algunos pueblos para esquivar la doble tarifa
Algunos ayuntamientos leridanos han encontrado una alternativa a la doble tarifa que cumple la normativa y logra el mismo efecto: disuadir la llegada de bañistas de otros municipios con un alto precio en las entradas y abonos. En lugar de fijar tarifas distintas para vecinos y forasteros, establecen un único precio, por lo general muy elevado, para los abonos de temporada. Sin embargo, abren en primavera un breve plazo para comprarlos de forma anticipada con una importante rebaja. Casi todos los que los adquieren son vecinos, ya que pocas personas de fuera del municipio se enteran de esta oferta. Una vez expira este plazo, entra en vigor la tarifa íntegra, mucho más elevada.
Resoluciones del Síndic de Greuges y una sentencia del Supremo
El Síndic de Greuges ha emitido tres resoluciones en los últimos años que instan a ayuntamientos leridanos a dejar de aplicar tarifas diferenciadas en sus piscinas para vecinos y personas de otros municipios. Fueron el resultado de quejas presentadas en Soses, Corbins y Albatàrrec. En todas ellas, el Síndic afirma que la normativa “no prevé ninguna circunstancia que justifique un trato diferenciado por estar empadronado en un municipio”. A esto se suma una sentencia del Tribunal Supremo que, el año pasado, estableció que tener o no la condición de empadronado no supone “un criterio razonable y objetivo” que justifique la aplicación de tarifas diferenciadas.