AITONA
Aitona recupera su castillo, una de las últimas fortalezas musulmanas
El ayuntamiento impulsa la adecuación de los accesos a una de las últimas fortificaciones musulmanas de Ponent y la construcción de un mirador para potenciarla como atractivo turístico
El Castell del Moro pasó a manos cristianas poco antes de caer la ciudad de Lleida
“La idea es hacerlo visitable y ampliar los atractivos del pueblo como estamos haciendo con las floraciones y el fruiturismo”, explica la alcaldesa de Aitona, Rosa Pujol, sobre el proyecto para recuperar el Castell del Moro, una de las últimas fortalezas musulmanas que cayeron en manos de la Corona de Aragón en fechas próximas a la conquista de la ciudad de Lleida en 1149.
“Hay mucho trabajo. Se trata de no parar, pero poco a poco vamos a recuper el castillo”, anota Pujol, cuyo consistorio ha recibido esta semana la confirmación de una subvención de 35.000 euros del departamento de Cultura de la Generalitat destinada financiar la recuperación de los accesos, una actuación cuyas obras comenzarán a mediados del año que viene.
“Una vez completada la excavación arqueológica del ámbito en el que se actuará, el objetivo del proyecto es recuperar el acceso a la plataforma superior del Castillo de Aitona y la formación de un mirador en esta plataforma superior, tanto hacia el recinto como hacia el paisaje”, señala la memoria constructiva sobre la que trabaja el consistorio, que contempla un presupuesto de 71.184 euros.
El castillo fue habilitado hace dos años como uno de los puntos clave de las experiencias relacionadas con la floración de los frutales, ya que su ubicación en la partida de Eres del Mig, sobre un cerro situado al norte del casco urbano, permite la observación de buena parte de la superficie frutera del municipio.
El proyecto, que “se ha modificado sustancialmente en función del resultado de las excavaciones arqueológicas realizadas”, prevé habilitar un recorrido desde la torre oeste al plano superior del recinto, en el que se ubicará el mirador, mientras otras intervenciones como el enlace con la calle Costa quedan pendientes. No se podrá materializar sin una previa excavación de ese entorno, que incluye tanto la iglesia como el acceso.
El castillo, declarado Bien de Interés Cultural de ámbito estatal aunque el ayuntamiento tiene pendiente determinar sus normas de protección urbanística, ha sido objeto de ocho campañas de excavación arqueológica, una al año de 2005 a 2009, otra de emergencia en 2020 y 2021 para asentar una estructura subterránea y otra para consolidar un muro y las dos de los dos últimos años.
“Llevamos dos años con excavaciones, y antes de que termine el año hemos de efectuar otra, con ayuda de la Generalitat, en una de las dos torres”, señala la alcaldesa, quien anota que el recinto permanecerá cerrado mientras se desarrollan las obras.
Fue parte de una línea defensiva y el último castillo en caer
El castillo de Aitona formaba parte de la línea de defensa sur de Lleida en el tránsito del siglo XI al XII junto con los de Soses, La Granja y Alcarràs. Ramon Berenguer III entregó en 1120 el primero a cambio de su apoyo contra la taifa de Tortosa al Walí (gobernador musulmán) Avifelel de Lleida, que a su vez le empeñaba los de Soses y La Granja y mantenía el de Alcarràs bajo su jurisdicción. El Castell del Moro fue el último en caer en la línea defensiva musulmana.