INVESTIGACIÓN NEXT GENERATION
Àger ensaya un plan de pastoreo para reducir los incendios y atraer población
El término municipal de Àger y la sierra de Boumort van a ser durante los próximos dos años escenario de un proyecto piloto financiado con fondos Next Generation, y en el que participan la Generalitat y el Gobierno central, cuyo objetivo es testar la viabilidad de utilizar rebaños de ganado extensivo para mantener el monte y reducir el riesgo de incendios.
“A nadie le interesa que el bosque se queme”, señala Salva Boya, uno de los técnicos que participa en el Proyecto Prepast, una iniciativa que está arrancando en Àger (la Noguera) y que hibrida objetivos como recuperar la ganadería extensiva y el pastoreo para mantener el monte, reducir el riesgo de incendios y fijar población en el medio rural.
Básicamente, el plan, exportable al resto del Pirineo y el Prepirineo si ofrece resultados positivos en sus dos años de desarrollo, consiste en utilizar rebaños para desbrozar el monte y para limpiar el perímetro de los pueblos con el objetivo de reducir el riesgo de incendios y, al mismo tiempo, fomentar la recuperación de esa actividad económica favoreciendo la implantación de nuevos pastores y cabañas; en principio, de ovejas y cabras y principalmente de especies autóctonas, pero sin cerrarse a la posibilidad de incluir terneros y yeguas ni descartar el desplazamiento de ganado estabulado en otras zonas.“Ya hemos hablado con algunos pastores locales y están pastando en alguna zona acordada para garantizar la seguridad en los perímetros”, explica la alcaldesa de Àger, Mireia Burgués.
“Estamos en fase de diagnóstico -anota Boya-. Queremos enfocarlo a la prevención de incendios, y la idea es introducir la ganadería extensiva para que paste en el bosque”. En este sentido, el proyecto contempla adecuar cinco áreas de masa forestal de una superficie mínima de veinte hectáreas cuyo posterior mantenimiento quedará en manos de los rebaños. Para seleccionarlas se aplican criterios de prevención de incendios, que aporta personal de los Bomberos y de los Agentes Rurales, y se valora también la adecuación de la vegetación para la alimentación del ganado.
La fase de diagnóstico incluye catalogar las infraestructuras ganaderas, tanto en uso como abandonadas, que puedan ser utilizadas por los pastores. El proyecto, que se desarrolla en Àger y la sierra de Boumort, tiene un presupuestos de 1,1 millones de euros, mayoritariamente procedentes de los fondos Next Generation, está coordinado por la Fundación Biodiversidad (dependiente del ministerio de Transición Ecológica) y en él participan, además del ayuntamiento de Àger, que canaliza 370.000 euros, la asociación La Sabina, la Fundació Pau Costa y la Generalitat a través del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya.
“El bosque se ha ido de las manos. El monte está muy emboscado y resulta muy caro desbrozar”, señala Macierol, algo que encarece tanto las inversiones de acondicionamiento forestal como su mantenimiento. Ahí es donde entran los rebaños.