Los dueños de Tor avisan a empresas turísticas de Andorra que no pueden usar la montaña sin permiso

La leyenda de Tor y de su montaña maldita ha atraído este año más que nunca a los turistas y ha empujado a empresas del sector, especialmente de Andorra (limítrofe con Alins), a ofertar rutas guiadas por el término y por el pueblo, donde se visitan algunos rincones como las casas Sansa y Palanca, que llevan el nombre de los principales personajes de la historia negra reciente de este pueblo de Alins, popularizada aún más en los últimos meses por la serie de Carles Porta en 3Cat.

La Comunidad de Propietarios de la montaña ha decidido tomar cartas y ha enviado un correo a una quincena de empresas con sede en Andorra que operan “de forma ilegal, sin permiso, en nuestra montaña” para advertirles de que su actividad en este espacio, de propiedad privada, requiere autorización. También les pide dejar de publicitar rutas en Tor sin su permiso. “Mientras no dispongan de la autorización expresa, les requerimos que se abstengan de llevar a cabo cualquier actividad, del tipo que sea, dentro de los límites de nuestra propiedad”, señala el requerimiento. Los dueños de Tor se muestran incluso abiertos a tomar “medidas legales” en caso de que no se cumpla su demanda.

Fuentes de la comunidad de propietarios señalaron que también empresas británicas y francesas llevan a cabo rutas, a menudo motivadas por el “morbo” de los crímenes de Tor. Las de Andorra parten de la Massana, Pal o Arinsal, siguen por el puerto de Cabús, llegan a Tor y regresan. Y lo hacen por uno de los dos accesos: “El de Sansa o el de Palanca”. “Estamos decididos” a acabar con el uso de caminos privados de manera impune, señalaron.

A menudo, las empresas turísticas han pedido autorización al Parc Natural de l’Alt Pirineu para operar en Tor, pero el parque no es dueño, señalan las fuentes. Los propietarios no prevén cobrar ahora ninguna tasa de paso pero sí pedirán una donación voluntaria para una causa altruista o solidaria. En octubre instalaron dos vallas de acceso, que por ahora están levantadas, con la previsión de cerrar el monte en invierno.

Derriban la cabaña de los ‘hippies’ por el riesgo de colapso

La comunidad de propietarios de Tor ha demolido esta semana la llamada cabaña de los hippies, una choza de madera que sirvió de refugio en los años 90 a un grupo de buscavidas que se instalaron cerca del pueblo de Tor y que contaban con el permiso de Josep Montané, Sansa, para vivir en las bordas de Pleià.Fuentes de la comunidad de propietarios explicaron ayer que la construcción era un peligro por riesgo de colapso, ya que había sufrido un incendio que dejó uno de los dos pilares dañado.La cabaña de los hippies forma parte a menudo de las rutas turísticas que utilizan como relato los capítulos más negros de la historia de Tor, donde Sansa fue hallado muerto en 1995, quince años después de que fallecieran a tiros dos trabajadores del Palanca, y meses después de ser declarado único propietario de la montaña, una sentencia que más tarde sería rectificada. En los últimos años, la incorporación de nuevos dueños a la comunidad de propietarios ha pacificado antiguos conflictos por el monte.