El calor y la falta de lluvias disparan la demanda de agua para el riego

La demanda de agua para riego se ha disparado por la combinación de las elevadas temperaturas y la ausencia de lluvias en las últimas semanas, factores que está poniendo a prueba la capacidad de suministro de los grandes canales.

Según recoge el parte de embalses de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro), las reservas de los pantanos que abastecen a los principales sistemas de regadío de Lleida han disminuido en 64,2 hm3 en una semana: 29 en el Urgell, 21,6 en Pinyana y la zona baja del Canal de Aragón y Catalunya y 13,6 en la parte alta de este.Ese volumen de consumo se ha duplicado en tres semanas, desde los 32 hm3 de mediados de julio, y supera por segunda semana consecutiva los 60 por la caída de las aportaciones debido al estiaje, que ha situado por debajo del caudal ecológico algunos tramos de las cabeceras del Segre y del Ésera, y el simultáneo aumento de la demanda para riego. No obstante, unas reservas del 57% de la capacidad apuntan a un final de campaña sin restricciones.La mayor demanda se debe a su vez al aumento de las temperaturas y la ausencia de lluvias.La primera, con una semana seguida (y más de veinte de los 30 últimos días) por encima de los veinte grados en las zonas de riego de Pinyana y el Aragón y Catalunya, según los datos del SAIH (Sistema Automático de Información Hidrológica) de la CHE (más información en página 34), está disparando la demanda de agua de los cultivos al estimular la evapotranspiración. La segunda incluye, según la Aemet, sendos déficit de presipitaciones del 61% en Mollerussa, el 59% en El Soleràs y el 94% en El Vilosell en julio.