La jueza absuelve al alcalde de La Portella de amenazar a sus inquilinos

“No han quedado acreditados los hechos objeto de autos”, ha concluido la magistrada del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Balaguer sobre la denuncia por amenazas que varios inquilinos del alcalde de La Portella, Carles Català, interpusieron contra este tras haber sufrido una supuesta agresión a manos de un grupo de cinco encapuchados que les habrían conminado a irse del piso.

“Tenéis que iros entre hoy y mañana u os mataremos”, fue la amenaza que denunciaron ante los Mososs d’Esquadra, que a fecha de hoy, casi seis meses después, continúan investigando.

La denuncia de los inquilinos dio lugar a dos investigaciones policiales: una para tratar de identificar y arrestar a los encapuchados, que según su relato irrumpieron en su piso del Carrer Nou en torno a la una y media de la madrugada del 18 de abril y apalearon a sus cinco ocupantes mientras les conminaban a abandonarlo, y otra para determinar la presencia posterior en el inmueble del alcalde.

“Si no os marcháis, los encapuchados volverán”, aseguran que les dijo el alcalde cuando, poco después del incidente, se presentó en la casa. La afirmación dio lugar a una causa por un delito leve de amenazas contra Català que fue instruida en el juzgado número 1 de Balaguer, donde la vista oral derivó en la absolución del edil por falta de pruebas.

Un denunciante ratificó en el juicio que “habían entrado unas personas encapuchadas en su domicilio” y que “les habían agredido y causado daños” a los inquilinos. Después, añadió, el alcalde fue “a decirles que o se iban del piso o las personas encapuchadas volverían, amenazándoles con que podría volverles a pasar lo ocurrido”.El otro denunciante acababa por no intervenir en la vista, ni siquiera para ratificar la denuncia, porque “no hablaba español”, recoge la sentencia, que narra como otro de los ocupantes de la vivienda ofreció, en este caso como testigo, una versión similar a la anterior.

Este último, que fue quien habló con Català, manifestó en la sala de vistas que “le dijo que se fueran o volverían las personas encapuchadas”.Sin embargo, dos aportaciones de la defensa desarticularon sin mayor dificultad las acusaciones. Por una parte, Català señaló que “fue a ver qué había pasado y si todo estaba correcto”, pese a lo intempestivo de la hora, porque los Mossos “le llamaron para contarle que había habido un altercado”.“En ningún momento amenazó a los denunciantes ni tiene ninguna relación con el episodio anterior”, dijo el acusado, “dando a entender que el mismo había ocurrido por una pelea que los denunciantes habrían tenido con terceras personas”, indica la sentencia.

El alcalde dice que grabó el vídeo exculpatorio porque un denunciante le había agredido en otra ocasión

La prueba clave, no obstante, es un video que muestra cómo el alcalde “acude al domicilio con actitud tranquila y preguntando efectivamente qué había sucedido”, indica la jueza, que añade cómo en el video “no se aprecia lo relatado” por los denunciantes y los testigos de cargo.¿Por qué lo grabó? Català aseguró que “en una ocasión anterior fue agredido” por uno de los denunciantes, lo que le habría movido a cubrirse las espaldas esta vez.El alcalde, que fue exonerado de la compra de la rectoría, fue investigado por desalojar a un okupa y ha sido denunciado por presunta desobedienca por un juzgado de lo Social por eludir el pago de una indemnización a la exsecretaria municipal.