Alier inaugura dos plantas en Rosselló para reaprovechar los restos plásticos de los bricks y generar energía renovable

La papelera Alier ha inaugurado este lunes dos nuevas plantas en su fábrica de Rosselló con el objetivo de avanzar hacia la descarbonización y la economía circular. Se trata de una planta que permite transformar las capas de polietileno y aluminio de los envases bricks, a menudo difíciles de reciclar, en gransa para fabricar otros productos reciclados, como materiales de construcción, cantos rodados o elementos de diseño. La firma también ha inaugurado una planta de biomasa, la mayor de Cataluña, con la cual generará la energía térmica a partir de astilla forestal. Eso permitirá dejar de consumir el 98% del gas natural. Les actuaciones cuentan con una inversión global de 75 millones de euros y, generarán 70 nuevos puestos de trabajo directos y 350 de indirectas.

La empresa de Rosselló se dedica a la fabricación de papel, sobre todo para el sector de la construcción, a partir de papel reciclado proveniente de los contenedores azul, amarillo, incluso, de la fracción resto. Hasta ahora, la empresa aprovechaba la fibra de papel de los tetrabriks, pero no los residuos de plástico y aluminio que contienen estos envases.

Sin embargo, con la nueva planta esto cambia y estos residuos que antes iban al vertedero ahora se transforman en una granza de polyal (material que combina polietilenos y aluminio) lista para aplicar a diversos productos, como materiales para la construcción, palés, muebles u otros elementos de diseño.

La presidenta de la empresa, Elisabet Alier, ha afirmado que es una de las plantas más grandes del mundo, si no la mayor, capaz de valorizar el polyal a gran escala. En esta primera fase del proyecto, la empresa espera reciclar 60.000 toneladas de tetrabriks que generarán unas 30.000 toneladas de polyal. A nivel global, la firma trata anualmente 200.000 toneladas de papel.

Nueva planta de biomasa

La nueva planta de biomasa permitirá a la empresa abastecer el total de las necesidades de vapor de la papelera con energía renovable. La planta utilizará biomasa forestal como combustible, lo que permitirá a la empresa reducir su dependencia del gas natural en un 98%, el equivalente a 91.000 toneladas de CO2 anuales.

Aparte, con el objetivo de avanzar hacia el autoconsumo energético, Alier proyecta construir un huerto solar cerca de la empresa con el objetivo de autoabastecerse y reducir aún más su dependencia de las empresas energéticas.

75 millones de inversión y 70 nuevos puestos de trabajo

Ambas plantas de más de 12.000 metros cuadrados cuentan con una inversión total de 75 millones de euros: 47 millones en la planta de tratamiento de polyal y 28 millones en la de biomasa. Los proyectos han sido financiados parcialmente con fondos Next Generation.

En cuanto a los puestos de trabajo, se crearán unos setenta, de los cuales 20 en la planta de biomasa y unos 50 en la de plásticos. Estos puestos se sumarán a la plantilla que tiene la empujada de 260 personas. Sin embargo, Elisabet Alier ha explicado que los proyectos generarán, también, 350 puestos de trabajo indirectos entre personal auxiliar que trabajará en la recolección, tratamiento y transporte de la biomasa forestal, así como trabajos de mantenimiento y limpieza.

Entre los planes de futuro de la empresa está el de internacionalizarse y abrir fábricas de papel en otros lugares del mundo como podrían ser Estados Unidos u Oriente Medio. Actualmente, Alier exporta a más de 60 países.