Un alquiler ya cuesta más del 40% de la renta en varias comarcas de Lleida

El acceso a la vivienda de alquiler comienza a ponerse difícil en la demarcación de Lleida, en cuya práctica totalidad el precio de los arriendos supera el umbral del 30% de la renta a partir del cual los expertos consideran excesivo el esfuerzo económico que supone para las familias poder disponer de un techo.

“La probabilidad de impago hipotecario se incrementaría a partir de cuotas hipotecarias que superen el 30% de la renta bruta del hogar”, tiene dictaminado el Banco de España, que sitúa en ese mismo umbral el de los arriendos y que concluye que “el aumento de los precios del alquiler ha contribuido a generar situaciones de sobresfuerzo, que se concentran entre los hogares con menores ingresos”.El cruce de los últimos datos disponibles en el Incasòl sobre los precios del alquiler, que se elaboran a partir de las fianzas que se depositan en ese organismo y que están cerrados a junio de este año, con los de la renta media disponible por comarcas que difunde el Idescat (Institut d’Estadística de Catalunya), correspondientes al ejercicio de 2021, indican que el coste de doce recibos mensuales de arriendo suponen un 53,46% de los ingresos de un contribuyente en la Cerdanya y un 52,06% en la Segarra, las dos comarcas en las que más intenso es el esfuerzo que supone disponer de un techo como inquilino. La presión supera el 40% en otras dos comarcas, ambas del Pirineo, como el Alt Urgell (47,63%) y la Val d’Aran (42,3%).La tendencia alcista tiene vectores distintos en esas cuatro áreas, en las que los datos apuntan a la demanda en la Segarra, cuya población ha crecido en más de 1.100 habitantes (4,9%) en cinco años para acercarse a los 24.000, mientras que en las tres zonas pirenaicas señalan a la oferta por el tirón al alza que las viviendas de uso turístico, cada vez más numerosas, están provocando en el conjunto del alquiler residencial.La tasa de esfuerzo financiero supera un tercio de la renta disponible en otras cinco comarcas de Lleida, que son el Segrià (38,1%), el Pla d’Urgell (36,69%), Les Garrigues (35,85), el Urgell (34,43%) y la Noguera (34,2%), y se sitúan entre ese nivel y el 30% en tres: el Solsonès (32,44%), el Jussà (31,92%) y el Sobirà (31,65%).Únicamente en una, la Alta Ribagorça, la ratio se queda por debajo del 30%, aunque tan solo por tres décimas.

Las administraciones testan unas soluciones que no acaban de serlo

El coste del acceso a la vivienda se ha situado como uno de los principales problemas económicos, por sus efectos sobre las rentas familiares; sociales, por sus consecuencias en la emancipación juvenil y la natalidad, y también políticos, vista su presencia recurrente en el debate. Otra cosa es el éxito que los responsables de las administraciones están teniendo, vista la evolución de los precios, en la aplicación del amplio catálogo de medidas que van ensayando: limitación de las subidas y ayudas para el pago mientras los planes de construcción de vivienda social no acaban de saltar del papel al ladrillo.