TORRES DE SEGRE
La asamblea infantil se reunirá cada tres meses
En la primera sesión con el alcalde, pide mejorar los parques y jardines. Reclama también controlar más los vertidos de basura
Torres de Segre cuenta desde mediados de este mes con una Assemblea d’Infants. Desde la concejalía de Participación se ha puesto en marcha esta nueva iniciativa para que los niños y niñas de la población puedan hacer llegar sugerencias, ideas y propuestas de cambio que afecten a la población y que ellos crean importantes para el futuro. Dos representantes de cada clase desde tercero a sexto de Primaria se reunirán de forma trimestral con el alcalde, Àxel Curcó, el concejal de Educación, Gabriel Florensa, y la concejala de Participación Ciudadana, Mireia Lozano.
A mediados de mes los y las representantes de la Escola Carrasumada acudieron al consistorio donde se reunieron con el alcalde que les explicó cómo funciona el ayuntamiento. También visitaron la sala de plenos donde pudieron conocer a los alcaldes y alcaldesas que ha habido a lo largo de la historia del municipio y aprender de primera mano el funcionamiento de los plenos, en que los representantes de cada partido elegidos en las elecciones municipales se reúnen para tomar decisiones. Seguidamente se constituyó la Assemblea d’Infants y se escucharon todas las peticiones de los niños con los que el ayuntamiento se volverá a reunir el segundo trimestre para escuchar sus reclamaciones.
Entre las principales reclamaciones, explicó Curcó, destacan tener más cuidado de los parques y las zonas verdes de la localidad, más control en el reciclaje de la basuras y un mayor control en el vertido de residuos en la vía pública y la rehabilitación del campo de fútbol para que se pueda utilizar por todos los que los requieran. El ayuntamiento abordará ahora los trámites para dar curso a las peticiones.
Rutas para que los niños vayan al colegio a pie desde septiembre
El consistorio ha puesto en marcha la campaña Anem a peu a l’escola. Ha diseñado 5 itinerarios desde distintos puntos del pueblo con el fin de “invitar y acompañar a los niños y niñas a ir a pie a la escuela”. En la primera edición de esta iniciativa participaron una cincuentena de escolares. La voluntad es que la experiencia se haga un viernes al mes e ir aumentando la frecuencia para concienciar a los más pequeños y también a sus familias de dejar los coches en casa para hacer pequeños trayectos.