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ENERGÍA MEDIO AMBIENTE

Los ganaderos de Alcarràs activan el 'plan b' al cerrar la planta de purines

Llevan las deyecciones a las plantas de Griñó en Saidí y de Bioproductors en el Segrià y a tierras liberadas por esta. Desimpacte adelanta el cierre al sufrir una avería

Los ganaderos de Alcarràs se concentraron hace unas semanas en la planta para pedir su continuidad. - JORDI ECHEVARRÍA

Lleida

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Desimpacte de Purins, la planta del grupo portugués CapWatt en Alcarràs que en las últimas semanas se ha visto en el eje del debate político sobre la financiación del tratamiento de deyecciones con energía de cogeneración y sobre la transición del tamo hacia el biogás, ha adelantado su cierre por una avería, lo que ha llevado al grupo de 85 ganaderos que le suministraban los residuos orgánicos de sus granjas a activar esta semana, dos antes de lo previsto, su plan b para gestionarlos.

Esas granjas generaban alrededor de 60.000 toneladas de purines al año (5.000 mensuales) que desde finales de la semana pasada se distribuyen entre las 20.000 que van a la planta de cogeneración con biogás y de compostaje esrenada hace algo más de dos meses por Griñó en Saidí, las 30.000 que tendrán como destino la factoría de biogás y desecado que acaba de poner en marcha Bioproductors en Alcarràs y las 10.000 que servirán de abono para las tierras que han quedado liberadas con la entrada en funcionamiento de esta última instalación.

“Se trata de un tema político, y la solución no estaba en nuestras manos. Estábamos trabajando en una alternativa desde julio, cuando le escribimos al Miteco (ministerio para la Transición Ecológica) y no tuvimos respuesta”, explica Jordi Siscart, responsable del sector del porcino en la organización agraria JARC y usuario de Desimpacte y de Bioproductors. Esa falta de contestacion se repitió en septiembre y noviembre.

“Aún seguimos esparando la contestación”, añade Siscart, quien reivindica la necesidad para el sector de disponer de la planta de CapWatt: “Hay gente que tiene que llevar el purìn muy lejos, de Maials o Llardecans a Saidí, y eso supone un coste enorme”, explica.

El grupo portugués tiene en marcha varias inversiones para disponer de plantas de biogás en Alcarràs y Saidí, con sendas inversiones de veinte millones de euros y capacidades de 252.000 y 100.000, más otra en Fraga de capacidad intermedia con un coste similar.

“A ver si las administraciones hacen los deberes y permiten la construcción. La empresa ya hizo los suyos pero los permisos se han atascado”, añade.

El grupo local ya recibe purín y prevé fabricar gas en febrero

La planta de fabricación de biogás de Bioproductors, una inciativa local que agrupa a 150 familias de ganaderos de porcino de Alcarràs, lleva desde principios de mes acopiando deyecciones para poner en marcha la instalación, que comenzará a ganerar gas a comienzos del mes de febrero si se cumplen las previsiones, según explicaron fuentes del colectivo. La factoría de biogás tiene capacidad para tratar al cabo del año 70.000 toneladas de purines (líquido) y 30.000 de estiércol (sólido) como residuos principales, a lo que se añade el mantenimiento de la planta de compostaje, que procesa cada ejercicio en torno a 27.000 toneladas de deyecciones. A la demanda prevista en Desimpacte (252.000 tn/año) y Bioproductors (127.000) se le añade la que proyecta Vall Companys (100.000), lo que da una suma de 477.000 en un municipio cuya actividad ganadera genera 240.000.

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