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Louis Salmon, un caballo purasangre belga que marcó toda una época en un pueblo de Lleida

El caso de este animal es más que una simple anécdota: es una ventana abierta a la historia de Almacelles

El cavall Louis Salmon.

El caballo Louis Salmon.Archivo Fotográfico Ayuntamiento de Almacelles

Publicado por
josep ibarz gilart
Alcalde de Almacelles 2003-2021

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A veces, la historia esconde secretos fascinantes que esperan ser redescubiertos. Eso es lo que hemos encontrado en el rastro documental del caballo Louis Salmon, un semental de raza belga que llegó a Almacelles en 1914, adquiriendo un protagonismo insólito en el mundo agrícola de la época.

Louis Salmon no era un caballo cualquiera. Con el número 81.064 inscrito en el Stud-Book de la Sociedad del Caballo de Tiro Pesado de Bélgica, una de las más prestigiosas del mundo, representaba la excelencia de una raza destinada a los trabajos más exigentes. Su genealogía era impresionante: hijo de Robert de Brages (número 32.028) y Mina Salmon (número 60.677), Louis Salmon provenía de un linaje de campeones que habían ganado grandes premios en concursos belgas. Sus antepasados, Brillante de Braine y Marcotte Salmon, reforzaban todavía más el prestigio de este caballo excepcional.

La llegada de Louis Salmon a Almacelles fue posible gracias a la visión e iniciativa de Alberto Lleó y Morera, que invirtió 12.000 pesetas en adquirir este magnífico ejemplar, una cantidad que hoy equivaldría a entre 1.200.000 y 1.800.000 euros. La introducción de este semental en una villa que justo empezaba a transformarse gracias al agua del Canal de Aragón y Cataluña fue todo un acontecimiento. El Mas del Lleó, propiedad de Alberto Lleó, se convirtió en un centro de referencia con la creación de un puesto de sementales. Louis Salmon ofrecía sus servicios por 50 pesetas (entre 300 y 450 euros actuales), con opción a tres saltos, contribuyendo así a la mejora de las razas equinas locales y consolidando su fama como semental de élite.

Una imatge del cavall.

Una imagen del caballo.Archivo Institut d'Estudis Ilerdencs (IEI)

En aquel mismo periodo, otros agricultores y criadores también dejaban huella en el panorama equino de Almacelles. Cerca de la Clamor Amarga, Jaume Justribó mantenía una cuadra donde criaba caballos de raza, contribuyendo a la disponibilidad de animales robustos para los trabajos del campo. Estas granjas locales, a menudo basadas en el trabajo incansable de las familias, se complementaban con la llegada de sementales prestigiosos como Louis Salmon, que aportaban un salto cualitativo a la genética equina de la villa.

El caso de Louis Salmon es más que una simple anécdota: es una ventana abierta a la historia de Almacelles y al proceso de modernización agrícola que vivió durante el primer tercio del siglo XX. En aquel momento, los caballos no eran sólo animales de trabajo; eran símbolos de innovación, fuerza y adaptabilidad. Que este caballo alazán, con unas medidas impresionantes (1,68 m de altura, 2,14 m de perímetro torácico y 0,25 m de grosor de caña), pisara tierras del Segrià es un testimonio claro de la ambición y apertura de Almacelles hacia el progreso. Con este hallazgo, recuperamos un fragmento valioso de la historia local que merece ser preservado y recordado no sólo como una curiosidad, sino como un ejemplo del papel central de los habitantes de Almacelles en el desarrollo del territorio. Louis Salmon, aquel extraordinario caballo belga, sigue despertando admiración más de un siglo después.

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