Vecinos y alcaldes del Solsonès reclaman mejoras en el punto negro de la C-451: "Tenemos miedo"
Es un cruce de cuatro caminos, con poca visibilidad y donde a menudo hay mucha niebla
Están hartos y tienen miedo. Por eso, vecinos y alcaldes del Solsonès -Biosca, Llobera, La Molsosa, Olius, Pinós, Riner y Torà- han hecho una comparecencia conjunta este martes para reclamar soluciones "urgentes" al punto negro que hay entre el cruce de la carretera C-451 con la carretera del Hostal del Boix (LV-3002). Según datos del Servei Català de Trànsit, en los últimos 5 años se han registrado 7 accidentes, pero los alcaldes aseguran que hay muchos sustos y choques que no se acaban registrando. El último accidente, este viernes, fue mortal. "Es la crónica de una muerte anunciada", lamenta el alcalde de Pinós, Xavier Vilalta. Los alcaldes están convocados a una reunión, el 9 de mayo, con el secretario de Infraestructures, Marc Sanglas.
"He soñado muchas veces que lo que pasó el viernes, me pasaba a mí o a alguien de mi familia". Es el testimonio de Ramon Vilà, un vecino de Llobera que, por término medio, pasa 12 veces al día por el punto negro de la C-451. Otros, como el Candi Viladrich lo han vivido en propia piel: hace 9 años tuvo un accidente en este cruce y todavía arrastra secuelas.
"Siempre que hago el stop, miro dos veces a los dos lados para asegurarme y, aun así, he tenido más sustos", lamenta. De hecho, sólo dos meses después del grave accidente, vivió otro exactamente en el mismo punto sin embargo, aquella vez, con su padre en el volante.
Poco después de sufrir el accidente, Viladrich entró una instancia al Ayuntamiento reclamando mejoras en este punto y lo hicieron llegar a la Generalitat. Sin embargo, según lamenta, no ha habido ningún paso. "Si la respuesta de la Generalitat es que hay poca siniestralidad y tenemos que esperar a que se produzcan más casos como el del viernes, todo deja mucho que desear", denuncia.
Situado en la C-451, en el término municipal de Llobera, el cruce centraliza el tráfico procedente del sur del Solsonès, junto con lo que pasa por la carretera entre Solsona y Biosca. Se trata de un punto, con muy poca visibilidad y donde, sobre todo en invierno, hay mucha niebla. Para la mayoría de vecinos, la solución pasa por construir una rotonda.
Hartos de que no se los escuche, los alcaldes han leído un manifiesto este martes donde exigen una solución "que desencalle con urgencia la problemática de este punto con el fin de no tener que lamentar ninguna vida más y susto". "Instamos a que se busque una solución inminente para que lo que pasó el viernes no se vuelva a repetir", subraya a la alcaldesa de Llobera, Eva Simón.
Este mismo martes los alcaldes han sido convocados a una reunión, el día 9 de mayo, con el secretario de Movilidad e Infraestructuras, Marc Sanglas.