COMARCA
Las lluvias permiten revisar las restricciones del agua por sequía en el Solsonès
El conseller Mascort dice que la semana que viene estudiarán rebajar la excepcionalidad
El conseller de Acción Climática, David Mascort, avanzó ayer en Tàrrega que la comisión interdepartamental de la sequía analizará la próxima semana las aportaciones de las últimas lluvias a las reservas de los pantanos de la cuencas internas, que en Lleida se limitan a los del Solsonès: la Llosa del Cavall y Sant Ponç. Mascort abrió la puerta a rebajar la situación de excepcionalidad en la cuenca del Llobregat, donde se ubican ambos, que implica restricciones a los usos agrarios de un 40%; de un 30% en los ganaderos; de un 15% en los industriales y de un 50% en los usos recreativos de los pantanos. También está prohibido regar jardines urbanos con agua del sistema y limpiar calles.
El límite actual de consumo por habitante se sitúa en los 230 litros al día. Si se revisa esta situación, los seis municipios del Solsonès actualmente en emergencia (Solsona, Navès, Riner, Olius, Clariana y Pinós) podrían pasar a la alerta, con restricciones más suaves y donde ya se hallan los municipios en la cabecera del Llobregat: Sant Llorenç de Morunys, La Coma i la Pedra y Gósol (Berguedà). En estos, los usos agrícolas y ganaderos tienen restricciones del 25 y el 10%, respecticamente.
La Llosa del Cavall y Sant Ponç, situados en el curso del río Cardener, afluente del Llobregat, almacenan cerca de 30 hectómetros cúbicos de agua, lo que sitúa las reservas en el 29%. Esta cifra es ligeramente superior a la de hace un mes (28 hectómetros) y muy inferior a la de hace un año (74 hectómetros). Sin embargo, la situación en el conjunto del Llobregat ha mejorado (los pantanos están al 33%) y la previsión, según el conseller, es que las lluvias se mantengan a lo largo del mes de junio. No ocurre lo mismo con las reservas del Ter. En cambio, en el Ebro, donde se sitúan el resto de pantanos de Lleida, han subido considerablemente.